Prefacio
Nuestro país está mucho más atrasado que la mayoría de la civilización occidental en su actitud negativa hacia el cuerpo humano. Mientras la mayor parte de Europa está cómoda con el concepto de la recreación nudista en playas y balnearios, aquí, grupos políticos conservadores pretenden criminalizar incluso la más inocente exposición del cuerpo humano. A menudo esos grupos obtienen apoyo dando a entender que defienden los «valores de la familia» o la «moral Cristiana».
Si bien esos grupos crecen en poder político, representan solo una pequeña porción de nuestra población. Y la participación en recreación nudista también está creciendo. Más y más gente está descubriendo los placeres del nudismo con sus familias en los balnearios y playas de los países vecinos.
Más que nunca, los Naturistas necesitan buenos argumentos para defender el estilo de vida que eligieron contra aquellos que no pueden ver más allá de sus propios preconceptos y prejuicios. Necesitamos evidencias y testimonios para alentar a los demás a intentar el Naturismo. Durante mucho tiempo estuve diciendo frases como estas:
«Las ideas del Naturismo son consistentes con los logros de los derechos de la mujer.»
«Muchísima gente famosa no piensa en el nudismo como una cosa mala.»
«No hay nada en la Biblia que diga que es malo estar desnudo.»
«El Naturismo acarrea beneficios psicológicos reales.»
«No todo el mundo piensa que la desnudez es tan mala como usted cree.»
Yo sabía que esas frases eran ciertas, pero cuando me discutían, no podía apoyarme en referencias concretas. Así nació este proyecto. Aquí están todos los argumentos que sustentan el Naturismo, respaldados por investigación científica actualizada y basados en escritos de los principales pensadores en psicología, sociología, historia, legislación, y filosofía. Aquí también se puede encontrar con reflexiones relacionadas con cuestiones como: el pudor, desnudos en el arte, historia de la moda, derechos de la mujer, los beneficios del amamantamiento, y la psicología de la vestimenta.
Esta recopilación está basada en fuentes que incluyen publicaciones nudistas y generales, resultados de investigaciones y mis propios pensamientos. Algunos argumentos son más consistentes que otros. Creo que en su totalidad constituye un importante argumento en favor del Naturismo. Da sustento a una perspectiva que muestra al cuerpo humano como algo completo y bueno por si mismo, independientemente de cómo es adornado o si lo esta. Representa una actitud honesta, abierta y de aceptación para con el cuerpo humano, una perspectiva que es física, mental y espiritualmente saludable, socialmente constructiva y liberadora.
Esta recopilación no es de ningún modo completa ni detallada. ¡Todas las ideas, sugerencias, comentarios, correcciones, agregados, referencias y ampliaciones son bienvenidas! Algunas de estas citas e ideas fueron tomadas de otras fuentes o extraídas de trabajos muy extensos. Una gran cantidad de bibliografía se incluyen al final del documento y notas a pie de pagina permiten vincular los párrafos con la fuente de la cual proceden. Aliento fervientemente a quien este interesado a consultar las fuentes originales para obtener mayor información.
Estas ideas deberían compartirse libremente. Toda madre preocupada por los «valores familiares» debería conocer las investigaciones científicas que demuestran los enormes beneficios del nudismo. Toda mujer preocupada por la pornografía debería conocer con que fuerza la filosofía y práctica del Naturismo repudia el hecho de que el cuerpo de la mujer sea tomado como un objeto. Todo legislador preocupado por honrar a los próceres de su nación debería saber que algunos de ellos fueron desinhibidos nudistas. Los cristianos preocupados por mantener la moralidad sexual deberían saber que los primeros líderes eclesiásticos aceptaron la desnudez como una parte natural de su vida, en concordancia con las enseñanzas de Cristo. Los hombres de negocios que van a sus oficinas vestidos de traje deberían saber cuan relajante y terapéutico es pasar un fin de semana en un parque nudista. Una madre que va a una playa vestida con su traje de baño debería saber que hay lugares en el mundo donde ella puede disfrutar del agua y el sol en su cuerpo sin llamar la atención.
Es mi deseo que este documento lo ayude a compartir estas ideas y hablar con fundamentos sobre las bondades del cuerpo humano en su estado natural.
Estar desnudo es a menudo más confortable y práctico que estar vestido
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Hay muchas ocasiones en las que estar vestido es muy incómodo. La desnudez por otro lado es a menudo mucho más cómoda.
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Para realizar algunas actividades, estar desnudo es a menudo mucho más práctico que estar vestido.
Bernard Rudofsky dijo: «el comprador de un traje de baño intenta desesperadamente recuperar algo de nuestra inocencia perdida, representando gráficamente la hipocresía del hombre blanco. Obviamente el uso del traje de baño es irrelevante para realizar actividades dentro y fuera del agua. No nos mantiene secos, no nos abriga y no nos es útil para nadar. Si el propósito del baño es refrescarnos el traje de baño no nos refresca. Como mucho es un vestido social, como un smoking.»
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Actualmente los norteamericanos gastan $900.000.000 por año en trajes de baño. La vestimenta restringe el movimiento y entorpece a los atletas. Estudios realizados por el equipo olímpico de natación de Alemania Occidental demostraron que el traje de baño bajaba el rendimiento de los nadadores.
El Naturismo promueve la salud mental
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Un nudista no es un cuerpo carente de algo (la ropa). Por el contrario, una persona vestida es un cuerpo (completo en si mismo) totalmente desnudo, más la ropa.
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Algunos psicólogos dicen que la ropa es una extensión de nosotros mismos. La ropa que vestimos es una expresión de quienes somos.
La comodidad que se obtiene desde la desnudez, representa una actitud de comodidad con uno mismo en su estado natural, sin modificaciones o engaños.
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El vestirnos compulsivamente crea inseguridades sobre nuestro cuerpo. Estudios realizados muestran que el naturismo, por otro lado, promueve una positiva autoestima en lo corporal.
Estos efectos son especialmente significativos en las mujeres. Estudios realizados por Daniel De-Goede en 1984 confirman investigaciones hechas 16 años antes, las que establecieron que «de todos los grupos evaluados (nudistas masculinos, no nudistas masculinos, nudistas femeninas, y no nudistas femeninas), las nudistas femeninas obtuvieron la puntuación más alto en autoestima corporal, y las no nudistas femeninas el más bajo.»
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El nudismo promueve el concepto del cuerpo como un todo, en vez de separar partes del cuerpo como indeseables y vergonzosas.
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El vestirnos compulsivamente nos encierra en una constante batalla entre la individualidad y el conformismo de la vestimenta. El Naturismo nos libera de esta ansiedad, fomentando un clima de individualidad confortable sin ostentaciones.
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La práctica del nudismo es, para los nudistas, una experiencia inmensamente liberadora. Liberándose a si mismo para estar desnudo en presencia de otros, incluyendo miembros del sexo opuesto, el nudista también se saca de encima todas las cuestiones sociales que acompañan al tabú de la desnudez.
La Guía Norteamericana de Recreación Nudista apunta que «una razón por la que un estilo de vida nudista es tan relajante es porque nos libera temporariamente del juego de las ropas. Es difícil imaginarse en que medida la vestimenta contribuye a la formación de tensiones, hasta que vemos que es agradable socializar sin ellas.
La vestimenta nos encierra en una ficción colectiva que determina respuestas complejas al status social, roles y conductas esperadas. Despojándonos de nuestro ‘uniforme’ diario, también nos despojamos de una pesada carga de ansiedades.
Por un tiempo, al menos, no tenemos que jugar la comedia sin fin de imágenes proyectadas que llamamos ‘vida diaria.’…Por una vez en su vida usted es parte de una situación donde edad, ocupación y status social no cuentan mucho en realidad. Usted se encontrara a si mismo relacionándose más en base a quien es usted realmente, en vez de hacerlo en base a lo que su ropa dice que usted es.» Este análisis surge de experiencias personales.
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El sentido de ‘libertad’ que proviene de la experiencia nudista es constantemente mencionado como una de las principales razones por las cuales se practica el nudismo.
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El nudismo, al liberar el cuerpo, ayuda a liberar la mente y el espíritu. La vestimenta irracional y compulsiva puede inhibir el crecimiento psicológico y dañar la salud.
El Dr. Robert Henley Woody dice, «El temor de mostrar nuestro cuerpo es una defensa. El andar vestidos todo el tiempo (cuando es innecesario para cumplir con protocolos sociales o por cuestiones climáticas) es una manera de bloquear nuevos comportamientos que inducirán a alternativas más sanas y reveladoras, y promoverán el crecimiento psíquico.»
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El nudista, literalmente, no tiene nada que ocultar. Por lo tanto tiene menos stress. La investigación científica corrobora esta afirmación.
En las palabras de Paul Ableman: «Sacarse la ropa simboliza desprenderse de la civilización y su custodia. El nudista se despoja no solo de sus vestiduras, sino también de la formalidad y la apariencia, del ‘ceremonial’ y todas las limitaciones de la ‘etiqueta’… Por lo tanto el nudista se aparta simbólicamente de una gran carga de responsabilidad. Al sacarse la ropa, se desprende de los opresivos hechos del día. A partir de aquí, no lucha en favor de ‘causas’, no se opone a estas o a las ‘tendencias’, resumiendo: un ciudadano. El es, una vez más … un ser libre.»
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La vestimenta oculta la natural diversidad de tamaños y formas del cuerpo humano. Una persona que nunca observó desnudos, crece con malentendidos y expectativas fantasiosas a cerca del cuerpo, basadas en prejuicios y fuentes mal informadas. Por ejemplo, los medios de difusión.
Como resultado de esto, el aumento mamario ha sido por mucho tiempo en EEUU la cirugía estética más practicada. En los ’80 las mujeres americanas tuvieron más de 100.000 operaciones por año para alterar sus pechos. Helen Gurley Brown, editor del Cosmopolitan, dice, «Yo creo que el 80% de las mujeres de este país no tienen ni idea de cómo se ven los pechos de las demás mujeres. Ellas tienen una imagen idealizada de cómo son los senos de el resto de las personas… Por Dios, ¿No es ridículo ser una mujer emancipada y no conocer realmente como luce el cuerpo de una mujer, excepto el propio?» Paul Fussell hace notar, en contraste que: «un corto tiempo en playas Naturistas, persuadirá a la mayoría de las mujeres de que su busto y su cadera no son ‘anormales’ como ellas piensan cuando están solas, espantadas por el espejo, sino totalmente naturales. Los anormales pasan a ser las criaturas inexistentes representadas en la pintura y la escultura. Lo mismo ocurre con el hombre: si piensa que la naturaleza ha sido injusta con usted en el reparto de anatomía sexual, pase algún tiempo entre Naturistas. Aprenderá que todos los hombres se ven más o menos igual, y que los ‘atributos heroicos’ son deformidades.»
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La ropa oculta y por lo tanto, crea misterio e ignorancia a cerca de procesos naturales del cuerpo, como el embarazo, la adolescencia y la vejez. Los chicos (e incluso los adultos) que crecen en un entorno nudista tienen mucha menos preocupación a cerca de estos procesos que el resto.
Margaret Mead escribió: «La ropa nos separa de nuestro cuerpo tanto como de los cuerpos de los otros. Cuanto más la sociedad… enfunda el cuerpo humano en vestiduras… camufla el embarazo… y oculta el amamantamiento, tanto más particular y grotesco será el intento de los chicos de aprender, para armar un muy imperfecto conocimiento del ciclo de la vida de ambos sexos, y una comprensión del estado particular de madurez de su propio cuerpo.»
Algunas observaciones sobre la naturaleza del pudor
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Los chicos no nacen con vergüenza respecto de la desnudez. Ellos aprenden a avergonzarse de su propia desnudez.
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La vergüenza, con respecto a la desnudez, es relativa a la situación individual y costumbres, no absoluta.
Por ejemplo, una mujer árabe, encontrada en estado de desnudez, cubrirá su rostro, no su cuerpo; ella descubre sus pechos sin avergonzarse, pero piensa que mostrar la parte trasera de su cabeza es todavía más indecente que la exposición de su rostro. (James Laver hace notar que «una campesina árabe, encontrada en los campos sin su velo, pondrá su falda sobre su cabeza, exponiendo de este modo, lo que para la mente occidental, es una mucho más avergonzante parte de la anatomía.») En la naciente Palestina, las mujeres fueron obligadas a mantener sus cabezas cubiertas. Para una mujer, ser sorprendida fuera de su casa con su cabeza descubierta era razón suficiente para el divorcio. En la China pre-revolucionaria era vergonzoso para una mujer mostrar sus pies, y en Japón, la parte trasera del cuello. En la Francia del siglo 18, mientras cavados escotes eran comunes, era impropio exponer la punta del hombro. Herr Surén, en sus escritos de 1924, hizo notar que las mujeres turcas velaban sus rostros, las chinas ocultaban sus pies, las árabes cubrían sus nucas, y las filipinas consideraban indecente solo el ombligo.
La naturaleza relativa de la vergüenza es reconocida por el Papa Juan Pablo II. «Hay un cierto relativismo en la definición de que es avergonzante,» escribe. «Este relativismo, puede deberse a diferencias en el arreglo de las personas… o a diferentes visiones del mundo. Puede deberse también a diferencias en las condiciones externas, por ejemplo el clima… y también a las costumbres prevalecientes, hábitos sociales, etc. … Por lo tanto no hay una exacta similitud en el comportamiento de las personas, incluso, si viven en la misma época, en la misma sociedad. … La vestimenta es siempre una cuestión social.»
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La idea dominante de que vestirse es necesario por razones de pudor es una presunción cultural. Esta idea no es compartida por todas las culturas ni por todos los miembros de nuestra cultura.
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Existe evidencia de que el pudor no está para nada, relacionado con la desnudez. Por el contrario, este es una respuesta a parecer diferente del resto del grupo social, por ejemplo, fuera de los hábitos aceptados de vestimenta u ornamentación.
Por ejemplo, las tribus indígenas desnudas excepto por sus adornos de orejas y labios sentirán pudor cuando estos adornos son removidos, no cuando se exponen sus cuerpos. De igual modo una mujer siente pudor si es vista en bombacha, incluso si esta es mucho menos reveladora que su bikini. Esto también explica porqué los visitantes de parques nudistas se sienten incómodos estando vestidos. El Psicólogo Emery S. Bogardus escribe: «La desnudez no es avergonzante cuando es inconsciente, esto es, no existe conciencia de una diferencia entre hechos y reglas establecidas.» En otras palabras, un visitante que asiste por primera vez a un parque nudista, no siente vergüenza después de su reticencia inicial ya que no contradice las normas morales de este grupo social.
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La vergüenza proviene de estar fuera de lo ‘moral’, no de acciones especificas o condiciones. Debido a que la desnudez es incuestionable en un establecimiento nudista, los nudistas pueden olvidar que están desnudos, y a menudo lo hacen.
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Estudios psicológicos demuestran que el pudor no necesariamente está relacionado con el estado de la vestimenta. Para los nudistas, el pudor no se produce al desvestirse, este toma otra forma.
Estudios psicológicos realizados por Martin Weinberg concluyen, que la diferencia básica entre nudistas y no nudistas consiste en que definen las situaciones de manera diferente. Esto no significa que los nudistas no sientan pudor, ya que como los no nudistas, tienen normas que regulan y controlan la inmoralidad, la sexualidad y el pudor. Los nudistas aceptan el cuerpo humano como algo natural y no como fuente de pudor.
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Algunas tribus indígenas andan completamente desnudos sin ningún pudor, aún hoy. Unicamente cuando tienen contacto prolongado con el mundo ‘moderno’, ellos aprenden a sentir ‘pudor’.
Paul Ableman dice: «Los misioneros se desconcertaban al encontrar que las recomendaciones bíblicas de ‘vestir al desnudo’ lejos de producir mejoras en la moral nativa, casi siempre resultaba en un deterioro de esta. Lo que estaban haciendo los misioneros sin advertirlo era recrear la situación del Jardín del Edén. Desnudas, las culturas primitivas, no han mostrado pudor en relación al cuerpo… la moral estaba generalmente en armonía con el estado de desnudez de la cultura. Los misioneros, con sus pantalones y vestidos desbarataron esto. La gente desnuda actualmente siente vergüenza por haber estado antes vestida. Desarrollan una exagerada conciencia del cuerpo. Es como si el ‘cubrirse’ de Adán y Eva hubiese generado el ‘conocimiento del bien y del mal’ en vez de ser su consecuencia.»
Algunos habitantes del Amazonas llevan un estilo de vida de vestimenta opcional por elección, aunque prefieren el alternativo. Lo mismo es cierto para los aborígenes del centro de Australia.
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Incluso en América del Norte, la desnudez fue común entre mucha tribus indígenas antes de la llegada de los europeos.
Por ejemplo, Lewis y Clark reportaron nativos casi desnudos a lo largo de la costa norte del Pacífico, cuando visitaron California. En 1698 el Padre Louis Hennepin reportó que los indios del área de Milwaukee Illinois «Ellos andan en cueros en el verano, vistiendo solo una especie de zapatos hechos de piel de búfalo.» El describe muchas otras tribus norteamericanas viviendo también sin ropas. Los nativos de Florida vestían solo bombachas y fajas de origen español, que se sacaban cuando cazaban o se dedicaban a la horticultura. Colón escribió de los indios que encontró en el Caribe en 1492, «Todos ellos andan tan desnudos como sus madres los parió, e incluso las mujeres.» Los nativos polinesios de Hawai vestían pequeñas prendas, y absolutamente nada en la playa o en el agua hasta el arribo de los misioneros cristianos con el capitán Cook en 1776.
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Para algunos indígenas, la desnudez o la casi desnudez es una parte esencial de su cultura.
Paul Ableman explica, «Muy pocos primitivos estaban totalmente desnudos. Casi siempre tenían adornos o modificaciones corporales de algún tipo, los que jugaban un papel central en su cultura. … A esta simple pero próspera cultura, llega el misionero y borra estos signos clave ocultándolos con ropa occidental barata. Para los primitivos, el tatuaje, la escarificación y la ornamentación contenían información altamente elaborada, la que pudo ser, de hecho, la fuerza reguladora central de su sociedad. Así, los misioneros, de un soplo, aniquilaron una cultura. Probablemente no fue menos traumático para una sociedad primitiva, el haber sido repentinamente vestidos, de lo que lo seria, para nosotros el ser repentinamente desvestidos.»
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Aún hoy, se solicita constantemente a los misioneros para imponer sus propios conceptos de ‘decencia’ a otras culturas, ignorando las elaboradas tradiciones culturales a cerca de la vestimenta, existentes en el lugar.
Bernard Rudofsky escribe: «A la gente [en otras culturas] que tradicionalmente no hace mucho uso de vestimenta, no le resulta gracioso el fanatismo del misionero que los apura a aceptar sus nociones de decencia, mientras permanece insensible u opuesto a las de ellos.» Julian Robinson agrega: «Durante los siglos 18 y 19, los misioneros y administradores coloniales se deleitaron ciegamente en sus propias religiones, prejuicios sexuales y culturales, y en el simbolismo de sus propios adornos tribales, sus corsets ajustados, sus pelucas empolvadas, zapatos ajustados y estilos de vestimenta totalmente inadecuados para la vida colonial. Esos misioneros y administradores, sin embargo, soportaron esto sobre si mismos para borrar todas aquellas ‘formas paganas, bárbaras y salvajes de empaquetamiento corporal’ que no conformaban sus pautas de ‘cobertura corporal’. … Así, la significación social y simbólica de esas formas tradicionales de decoración corporal que fueron elaboradas durante incontables generaciones, fueron, en muchos casos, destruidas para siempre.»
Russell Nansen recordó que «Henry Morton Stanley, que rescató a David Livingstone en el Congo Belga. … desde 1847 a 1877 … deambuló a través de Africa sufriendo muchas penurias, pero cuando regreso a Inglaterra hizo un notable discurso para la Cámara de Comercio de Manchester. El explicó a la audiencia, la cantidad de nativos que había en el Congo, y el hecho de que estos vivían desnudos. Comentó que su deber como cristiano fue convertir a esos descarriados y desnudos salvajes al Cristianismo y al uso de vestimenta. Y cuando dijo que este trabajo misionero progresó lo suficiente para convencer a los nativos que se vistieran los domingos, lo que significaría trescientos veinte millones de yardas de tela de algodón de Manchester por año. La audiencia se rió de él.»
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La mayoría de los antropólogos consideran improbable que el pudor haya sido la razón por la que se desarrollaron las vestimentas.
J. C. Flügel escribe: «La gran mayoría de los eruditos… ha resuelto que la decoración es el motivo que inicio en primer lugar la adopción de vestimenta y consideran al abrigo y al pudor como las funciones de preservación de esta. Aunque importantes estas podrían haber demorado en aparecer. Una vez que se manifestaron, el uso de vestimenta se torno habitual por otras razones…
La evidencia antropológica consiste principalmente en el hecho de que entre las razas más primitivas hay pueblos desnudos pero no sin decoración.» Los antropólogos están de acuerdo de manera casi unánime en este punto.
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Muchos psicólogos y antropólogos creen que el pudor relacionado con la exposición del cuerpo puede más ser el resultado de vestir ropas que su causa.
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Resulta interesante hacer notar que solo es posible ser impúdico cuando se ha establecido una forma de pudor aceptada.
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El pudor relacionado con la desnudez es un fenómeno social, no es biológicamente instintivo. Evidencia de esto es el hecho de que la desnudez es venerada en el arte.
El Naturismo promueve la salud sexual
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La desnudez no es erótica por si misma, y la desnudez en grupos mixtos no es inherentemente sexual. Estos son mitos propagados por una sociedad obsesionada por la vestimenta. La sexualidad es una cuestión de acción más que de grado de vestimenta. En nuestra cultura, una persona que descubre sus órganos sexuales por cualquier razón, es considerado un exhibicionista. Se asume que ella se desnuda para atraer la atención y causar una reacción sexual en los demás. Esto es visto como una perversión. De manera hipócrita, si alguien se viste específicamente para despertar interés sexual, es considerado soberbio en su apariencia. Incluso si obtiene una importante gratificación sexual fuera de la vista de los demás, no se lo considera pervertido o maníaco sexual.
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Los nudistas como un grupo, son sexualmente más saludables que el resto de la población. Los nudistas están por lo general, mucho más cómodos con sus cuerpos que el resto de las personas y esto contribuye a una actitud más relajada y cómoda frente a la sexualidad.
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Se observa una correlación entre la satisfacción sexual en parejas casadas y su grado de comodidad con la desnudez.
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Existen estudios que muestran significativamente menos incidencia de: sexo prematrimonial, sexo extramatrimonial, sexo grupal, incesto y violación entre nudistas que entre no nudistas.
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Estudios realizados demuestran que aquellos países menos preocupados por la desnudez tienen menos embarazos de adolescentes y tasas de aborto.
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La vestimenta realza el misterio sexual y la posibilidad de fantasías sexuales enfermizas. El fotógrafo Jock Sturgess dice, «Nuestras arbitrarias demarcaciones [entre vestimenta y desnudez, sexual y no sexual] sirven más para confundir nuestra identidad sexual colectiva que para promover nuestro progreso social.» C. Willet Cunnington escribe: «Deberíamos agradecer a nuestros antepasados, por haber establecido sin darse cuenta, un modo de pensar del que el hombre y la mujer desarrollaron un arte, que ha reemplazado unos cuantos métodos antiguos de exaltar el apetito sexual. El recato y la decencia proveen a la humanidad de interminables afrodisíacos, a esto se debe sin duda la reticencia a abandonarlos.»
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La vestimenta focaliza la atención en la sexualidad, no la aparta de esta. De hecho, acentúa las formas inmaduras de sexualidad en vez de promover la saludable aceptación del cuerpo.
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La desnudez completa está en oposición con la elaborada semi-pornografia de la moda.
Julian Robinson observa: «El pudor incrementa el deseo sexual y la necesidad de ostentación sexual, y estos a su vez fortalecen al pudor. Así, inevitablemente se pone en marcha un circulo vicioso autosostenido.»
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Con frecuencia la vestimenta llama la atención hacia los genitales y excita sexualmente.
En diversas épocas de la historia occidental, han sido erotizadas distintas partes de la anatomía femenina: el vientre y los muslos en el renacimiento; las nalgas, los pechos y los muslos hacia el final del siglo XIX (y las cinturas y barrigas diminutas). Históricamente, el diseño de la ropa interior realzó estas partes erógenas, en vez de ocultarlas. El corset del siglo XIX oprimía el diafragma acentuando el busto. La ‘crinolina’, que apareció a mediados del 1800, enfatizaba la cintura mediante el empleo de distintos materiales que incluían desde huesos de ballena y hasta acero y el polisón, presentado en 1868 acentuaba las nalgas. El diseño de los trajes de baño de la actualidad pretende llamar la atención hacia el busto y la región púbica.
E. B. Hurlock escribe: «Los pueblos primitivos estaban desacostumbrados a vestir ropas. El ponérselas por primera vez no disminuyó su inmoralidad, como pensaban las señoras de las sociedades misioneras. El resultado fue exactamente el opuesto. El uso de ropa llamó la atención hacia el cuerpo, especialmente hacia aquellas partes que se cubrían por primera vez.» Rob Boyte hace notar socarronamente que «cuando la gente ‘textil’ se desnuda frente a otros, normalmente lo hace por pasión, y encuentra atractivas las líneas de bronceado de las bikinis. Esto es una reminiscencia de las alteraciones corporales practicadas por las sociedades primitivas, y muestra como los patrones de vestimenta se transforman en fetichismos corporales.» Havelock Ellis escribe: «Si el dominio del deseo sexual fuese el logro más importante de la vida, seria más razonable prohibir la vestimenta que prohibir la desnudez.»
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La industria de la moda depende del ‘sex-appeal’ de la ropa.
Peter Fryer escribe: «Los cambios en la moda femenina son determinados básicamente por la necesidad de mantener el interés sexual de los hombres. Por lo tanto, estos cambios implican frecuentemente la transferencia de la zona primaria de despliegue erótico, cuando la parte del cuerpo utilizada hasta el momento se ha realzado hasta el punto de la saciedad… Cada nueva moda despierta interés en una nueva zona erógena, para reemplazar aquella que se agotó con el correr del tiempo.»
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Las diferencias en las vestimentas de ambos sexos atraen la atención hacia las diferencias sexuales.
El psicólogo J. C. Flügel escribe: «Especialmente en la vida moderna, no se ven otras diferencias esenciales en la naturaleza, hábitos o funciones de ambos sexos que requieran una llamativa diferencia de indumentaria, excepto por el deseo de acentuar las diferencias sexuales en si mismas. Este acento sirve principalmente al objetivo de facilitar y hacer más frecuente la excitación de pasiones sexuales.»
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Muchos psicólogos creen que la vestimenta puede haber sido inventada en sus orígenes, en parte, como un medio de llamar la atención sexual.
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La vestimenta parcial es más estimulante sexualmente (a veces de manera malsana) que la desnudez total.
Anne Hollander escribe: «Entre más importancia se le da a la vestimenta, más se le da a su ausencia y tanto más significación adquiere la relación entre ambos estados.» Elizabeth B. Hurlock hace notar que es bien sabido el hecho de que las cuestiones que nos son familiares no despiertan la curiosidad, mientras que lo que permanece oculto la estimula… Una figura cubierta solamente lo necesario para sugerir el contorno es mucho más tentadora que un cuerpo totalmente desnudo.» Y Lee Baxandall observa: «Las playas de ‘cási-nudismo’, donde desfilan bikinis y tangas son más titilantes sexualmente que una playa o balneario de vestimenta opcional. Lo que es natural resulta más satisfactorio. Considero que el problema consiste en que estas últimas no cuadran en el esquema de ‘tiente y venda’ de nuestra cultura consumista.»
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El pudor solo aumenta el interés y los deseos sexuales.
Reena Glazer escribe: «Los senos femeninos son sexualmente estimulantes para el hombre heterosexual, al menos en parte, debido a que son públicamente inaccesibles. La sociedad adiciona erotismo a los pechos al hacer vergonzosa su exposición… La prohibición solo perpetua la intensa reacción que supuestamente inspira en el hombre la exposición de la mujer.»
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La desigualdad topfree (obligación de la mujer, pero no del hombre de cubrir su torso) produce una obsesión enfermiza con los senos como objetos sexuales.
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La identificación de los pechos como objetos sexuales en nuestra cultura, dio origen al desaliento del amamantamiento, favoreció la cirugía estética de aumento mamario y el abandono del examen mamario por parte de las mujeres.
Syndey Boss Singer y Soma Grismaijer escriben: «Cuando una mujer aprende a tratar sus senos como objetos que mejoran su apariencia, ellos dejan de pertenecerle y pasan a ser de sus observadores. En consecuencia, esta mujer se enajena de su propio cuerpo.»
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El naturismo es la antítesis de la pornografía.
En nuestra sociedad, la desnudez se confunde a menudo con la pornografía debido a que la industria pornográfica la ha explotado exitosamente. En otras palabras, la desnudez se considera explotativa debido a que su represión hace que muchos la exploten.
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La pornografía ha sido definida como el intento de ejercer poder sobre la naturaleza. En muchos casos, en nuestra cultura, se manifiesta como una expresión de poder sexual del hombre sobre la mujer. El Naturismo, por el contrario, busca coexistir con la naturaleza y con los demás, y aceptar a cada uno y al mundo natural en sus estados más primordiales.
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La no aceptación y la represión de la desnudez alimenta a la pornografía, enseñando que cualquier forma y grado de desnudez es inherentemente sexual y pornográfica.
En las palabras de Melissa Farley: «La pornografía es la antítesis de la libertad femenina… el tratar al cuerpo humano como algo menos que normal y hermoso es promover el puritanismo y la pornografía. Si el cuerpo humano fuera aceptado por la sociedad como algo normal, la industria pornográfica no podría comerciar con él.»
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El naturismo es inocente, casual, no explotativo y no comercial, y sin embargo es frecuentemente reprimido; en oposición a la pornografía que es comercializada y sensacionalizada y generalmente tolerada.
En algunas comunidades norteamericanas es ilegal que una madre descubra sus pechos para amamantar a su bebe; pero es legal exhibir Penthouse en los escaparates de los negocios.
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Muchos psicólogos creen que la represión de la sexualidad saludable acarrea un aumento de la capacidad para la violencia y una tendencia hacia esta.
Paul Ableman escribe: «Nos hemos divorciado de nuestros instintos de manera tan terminante que ahora nos vemos amenazados por su expresión pervertida. El instinto erótico bloqueado se convierte en destructividad. Muchos pensadores percibieron que algunas de las más horribles manifestaciones de la cultura humana fueron alimentadas por el erotismo reciclado. Canalizado en racionalidad pura, el instinto sexual, puede generar pesadillas imposibles en el mundo animal. Los animales son casualmente crueles y usualmente, no siempre, indiferentes al dolor de otros animales. Matan por comida, rara vez por deporte, pero no torturan, no se deleitan con el dolor, ni exterminan; nosotros si. Es mas, nosotros podemos tolerar nuestra propia ferocidad, lo que no podemos tolerar es nuestra propia sexualidad.»
El Naturismo estimula la salud física
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La vestimenta limita o deteriora muchos de los propósitos naturales de la piel, por ejemplo, repeler la humedad, secarse rápidamente, la respiración, la protección sin desmedro del rendimiento y esencialmente la percepción de nuestro entorno.
C. W. Saleeby escribe: «Este órgano admirable, la vestimenta natural del cuerpo, que crece continuamente durante la vida, que tiene por lo menos cuatro conjuntos de nervios sensoriales distribuidos en él, que es esencial en la regulación de la temperatura, que al sumergirse no absorbe agua, pero que permite que la transpiración escape libremente, que cuando está sana es un aislante microbiano y que rápidamente absorbe la luz solar sintetizando compuestos esenciales para la salud. Este hermoso, versátil y maravilloso órgano es sofocado, bloqueado y cegado por las ropas y solo gradualmente puede ser restaurado al aire y la luz, que son su entorno natural. Entonces y solo entonces aprenderemos de que es capaz.»
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La exposición no abusiva a la luz solar mejora la salud general.
Investigaciones sugieren que la exposición al sol provoca la síntesis de vitamina D, vital entre otras cosas, para la absorción de calcio y el fortalecimiento del sistema inmunológico. La exposición al sol es especialmente esencial para el desarrollo de huesos fuertes en los niños.
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Recientes investigaciones sugieren una relación inversa entre la exposición al sol y la osteoporosis, el cáncer de colon, el cáncer de mamas e incluso la más mortal forma de cáncer de piel: el melanoma maligno.
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Un obsesivo sentido de pudor con respecto al cuerpo produce frecuentemente aversión a la participación en formas saludables de contacto con los demás.
Resultados de investigaciones vinculan cada vez más la privación de contacto, especialmente durante la infancia y la adolescencia, con la depresión, la violencia, la inhibición sexual y otras conductas antisociales. También concluyen que las personas que son físicamente frías hacia los adolescentes producen respuestas hostiles, agresivas e incluso violentas. Por el contrario, los chicos que crecen en familias donde los miembros se tocan entre sí, son más saludables, soportan mejor la pena y las infecciones, son más sociables y generalmente más alegres que aquellos que no se tocan.
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La ropa puede causar problemas de salud al restringir la circulación natural de la sangre y del fluido linfático.
Recientes estudios realizados por Sydney Ross Singer y Soma Grismaijer demuestran que las mujeres que usan corpiño más de doce horas diarias, sacándoselo para dormir, tienen 21 veces más probabilidad de contraer cáncer de mamas que aquellas que lo usan menos de doce horas por día. Las que lo usan incluso cuando duermen, tienen 125 veces más probabilidad de contraerlo que aquellas que directamente no lo usan. El cáncer testicular ha sido vinculado, de manera similar, al uso de ropa interior ajustada. La teoría es que la ropa ajustada perjudica al sistema linfático, que es el encargado de la remoción de las toxinas causantes del cáncer.
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La ropa facilita el desarrollo de bacterias y hongos causantes de enfermedades, especialmente los trajes de baño, la ropa interior y la deportiva.
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Investigaciones médicas concluyen que la ropa incrementa la susceptibilidad a mordeduras y picaduras de insectos tales como garrapatas e insectos acuáticos, que se ocultan y quedan atrapados en esta.
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A través de la historia, las modas de indumentaria, especialmente la moda femenina, ha sido (con pocas excepciones) dañina para la salud física y psicológica.
Por ejemplo, el uso del corset acarreó numerosas enfermedades en la mujer del siglo XIX. Hombres y mujeres han sufrido durante siglos, y sufren todavía hoy, en épocas cálidas, bajo numerosas capas de gruesa ropa, en nombre de la moda. El calzado, alegando razones de resistencia y comodidad en nombre de la moda, ha sido especialmente perjudicial para la salud.
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La idea de que la vestimenta es necesaria para sostener los genitales o los senos es injustificada.
Por ejemplo, las investigaciones demuestran que la decisión de usar o no corpiño, no influye en la tendencia de los senos a ‘caer’ cuando la mujer envejece. Deborah Franklin escribe: «Sin embargo, el eterno mito de que usar corpiño constantemente es crucial para preservar las curvas persiste, junto con otras creencias erróneas como la de oprimir la cintura femenina, que viene de cuando una ‘cintura de avispa’ era el símbolo de los contornos de la mujer.» Christine Haycock, de la Escuela Medica de New Jersey, dice que aunque pueda resultar incomodo para una mujer de pechos abultados, el realizar ejercicios sin corpiño «no produce ningún daño a los músculos pectorales ni al tejido de los senos.» De hecho, dada la tendencia de los corpiños deportivos a aplastar los senos contra las costillas, su investigación concluye que «las mujeres que usaban corpiño ‘copa A’ se sintieron más cómodas sin este.» La desnudez total no produce dificultades a los atletas masculinos acostumbrados a esta. Los atletas de la antigua Atenas no tuvieron problemas para realizar las competencias enteramente desnudos.
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La vestimenta oculta la belleza natural del cuerpo humano, como Dios lo creó.
En las palabras de Miguel Angel: «¿Que espíritu es tan vacío y ciego que no puede reparar en el hecho de que el pie humano es más noble que el zapato y que la piel humana es más hermosa que la prenda con la que se cubre?»
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La ropa hace que la gente se vea más vieja y, en vez de disimular las características desagradables del cuerpo, las acentúa.
Paul Fussell escribe: «Desnuda, la gente mayor luce más joven, especialmente cuando está bien bronceada, y la gente joven se ve aún más joven. Los gordos se ven menos ofensivos cuando están desnudos. Deberíamos comprender que la ropa produce el efecto de ‘envoltura de salchicha’, definiendo y anunciando la figura que contiene, dándonos una forma artificial que no engaña a nadie… El Naturista principiante no tarda mucho en aprender la paradoja de que las medias son las que llaman la atención sobre las varices, los cinturones los que hacen notorias las barrigas abultadas, los corpiños los que enfatizan los pechos caídos.»
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La ropa oculta y estimula el crecimiento de bacterias causantes de mal olor.
El Naturismo es socialmente constructivo
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El naturismo es una filosofía socialmente constructiva.
Como lo define la Federación Internacional de Naturismo, «El Naturismo es una manera de vivir en armonía con la naturaleza, caracterizada por la práctica de la desnudez comunitaria con la intención de fomentar la autoestima, el respeto a los demás y al medio ambiente.»
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El naturismo como filosofía es tolerante hacia los demás, solo espera lo mismo a cambio.
El naturismo rechaza la desnudez provocativa y turbulenta debido a que es una conducta imprudente, no por la desnudez en sí.
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La desnudez fomenta la igualdad social, sentimientos de unidad con los demás y en general una interacción social más relajada. Como se mencionó con anterioridad, la vestimenta nos encierra en una irrealidad colectiva que prescribe respuestas complejas al status social, roles y comportamientos esperados. A medida que la barrera artificial de la ropa se hace a un lado, la clase social y el status desaparecen. La gente comienza a relacionarse con los demás en base a sus cualidades y no por su apariencia.
Este fenómeno es muy conocido por los finlandeses. L. M. Edelsward escribe: «La gente se puede relajar en el sauna de una manera que es difícil de lograr en otros contextos y con personas extrañas. Las tensiones asociadas a mantener nuestra máscara social desaparecen… Sin su máscara social, los bañistas del sauna pueden encontrar a los demás, no en términos de sus personas sociales, sino en términos de sus personalidades internas… Juntos, transpirando en el sauna, sacados de las chocantes demandas de la vida ordinaria, los finlandeses pueden ser las personas que ‘realmente’ son, y pueden recrear sus relaciones con los demás como ellas idealmente deberían ser: abiertas, igualitarias y leales… Transpirando juntos en el sauna, despojados de todos los símbolos de rango, riqueza o prestigio, todos somos iguales. Distancia y respeto se tornan franqueza y sinceridad.»
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Los Naturistas tienden a aceptar a los demás como son. Esta actitud está relacionada indudablemente con el hecho de que los Naturistas generalmente aceptan su cuerpo como es, más que el resto de la gente.
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Socialmente y demográficamente, los nudistas son casi iguales al resto de la población, excepto que ellos toleran la desnudez. Existen algunas otras tendencias sociales o psicológicas, positivas y negativas que se correlacionan con los nudistas como grupo demográfico, en grado estadísticamente significativo.
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El Naturismo rechaza el ciego conformismo a las morales y presunciones culturales acerca del cuerpo, las que muestran a la ropa como una necesidad constante, en favor de una más razonada y racional aproximación que reconoce la necesidad de vestirse en función del contexto.
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La no aceptación y la sexualización de la propia desnudez fomenta, en la cultura occidental, una actitud racista y prejuiciosa que realza el contraste entre «la civilización vestida» y «el salvaje desnudo.»
Rob Boyte pregunta: «¿Porqué está permitido [en National Geographic] mostrar el pene y escroto de un Surma Africano (Feb. 91) o un Brasileño Urueu-Wau Wau (Dic. 88) pero no un Naturista Yugoslavo en su entorno natural? ¿Porqué se muestran fotografías de los senos de Nuba (Feb. 51, Nov. 66), Zulu (Ago. 53), Dyak (May. 56), Masai (Feb. 65), Isla Yap (May 67, Oct. 86), Turkana (Feb. 69), Islas Adama (Jul. 75), Nueva Guinea (Ago. 82), Woodabe (Oct. 83), Ndebele (Feb. 69), y Surma (Feb. 91), pero no de los de una mujer blanca canadiense posando para la cámara en Wreck Beach? ¿Porqué se muestran los pechos de Josephine Baker (Jul. 89), una nativa negra del este de St. Louis, pero nunca se muestran los de una nativa blanca de Miami Beach? Estas preguntas sin respuesta llevan a una sola conclusión: que National Geographic tiene de hecho un prejuicio eurocéntrico (racismo) al fotografiar desnudos.»
Jeremy Seabrook escribe: «La falta de autoconciencia nos lleva a no confesar la verdad universal de que el sexo es el centro de nuestro mundo… La desnudez por tradición habla de un orden social en el que el sexo, si bien no negado, tiene su lugar en la totalidad de las cosas de la vida y el crecimiento. Habla de otro ordenamiento del mundo, uno que es un reproche hacia aquellos nudistas occidentales [que vacacionan en playas nudistas lejos de sus casas], y al mismo tiempo lo disimulan, marginalizan y no hablan seriamente de ello.»
El Naturismo en la salud de la familia
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Los verdaderos Naturistas fomentan una atmósfera familiar, decente y moral.
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Los estudios muestran que los chicos que crecen en entornos nudistas tienden a ser más autoconfidentes, abiertos y sexualmente mejor ajustados. Se sienten mejor con respecto a sus cuerpos, y más cómodos con su sexualidad.
Investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de Iowa del Norte, encontraron que los chicos nudistas tienen significativamente más autoestima con respecto a su cuerpo que los no nudistas. Uno de los factores más significativos asociados con este hecho es la «clasificación de desnudez». Además, los chicos nudistas mostraron significativamente mejor aceptación de su cuerpo como un todo, en vez de sentirse avergonzados por ciertas partes. Un estudio realizado por los psicólogos Robin Lewis y Louis Janda en la universidad de Old Damien informa que «un incremento en la exposición a la desnudez en el seno de la familia fomenta una atmósfera de aceptación de la sexualidad y del propio cuerpo.» Concluye que los chicos que han visto a sus padres desnudos, se sienten más cómodos con el contacto físico y con el afecto, tienen mayor autoestima y muestran mayor aceptación y comodidad con su cuerpo y su sexualidad. Marie Louise Booth del Colegio de Profesionales Psicólogos de California encontró que «los individuos que durante su infancia tuvieron menor exposición a la desnudez de sus padres, experimentan de adultos, niveles significativamente más altos de ansiedad sexual que aquellos que fueron más expuestos.» Investigaciones separadas realizadas por Diane Lee Wilson en The Wright Institute, llegan a la misma conclusión. Estudios llevados a cabo por Lou Liberman de la Universidad del Estado de New York en Albania a principios de los 60, encontraron que las personas jóvenes que veían desnudos a sus padres eran mucho más propensas a sentirse cómodas con sus cuerpos y satisfechas con el tamaño y forma de sus genitales y senos.»
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En general, los «expertos» como Joice Brothers o el Dr. Spock hablaban contra la desnudez sin experiencia empírica que sustentase sus afirmaciones. Las investigaciones realizadas en la actualidad contradicen sus horrendas advertencias.
Durante varios años de investigación en las mayores bibliotecas de estudios no he podido dar aún con un estudio científico que contradiga la premisa de que la desnudez abierta y franca es saludable para los chicos.
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La mayoría de los profesionales afirman, que es el contexto en el que la desnudez familiar toma lugar y no la desnudez en si misma, lo que determina en todo caso, si es problemática. Los chicos responden mucho más a las actitudes de los padres hacia la desnudez que a la propia desnudez, y la desnudez es un problema solo cuando se la trata como tal.
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Muchos psicólogos sostienen, que el mensaje transmitido por la falta de desnudez en el hogar es, que el cuerpo es básicamente inaceptable o vergonzoso; una actitud que puede llevar a sentirse incómodo al desnudarse en el contexto de relaciones sexuales adultas.
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Los chicos de las tribus «primitivas», rodeados de desnudez de todo tipo, no sufrieron efectos dañinos. Tampoco los sufren los chicos que crecen en sociedades que son más abiertas que la nuestra, con respecto a la desnudez. Las presunciones de que la exposición a la desnudez acarrearía problemas a los chicos, forman parte de los preconceptos de nuestra cultura.
Paul Ableman escribe: «Resulta interesante especular que tipo de modelo de la mente humana hubiera construido Sigmund Freud, si se hubiese basado en un estudio de la desnuda tribu de los Núer de Sudán, en vez de hacerlo en los Europeos vestidos. Casi todo el proceso que el discierne como formativo de la mente adulta le faltaría. Freud asume que los chicos no deberían ver normalmente a los demás desnudos, y que si esto ocurre, el resultado seria traumático. Esto no es cierto en culturas desnudas… Así, grandes provincias del imperio mental de Freud hubieran simplemente desaparecido. No existiría el Complejo de Edipo, tampoco la Envidia del Pene o el Complejo de Castración. Probablemente tampoco habría etapas de desarrollo sexual bien definidas. Estamos emergiendo rápidamente de la era del Evangelio Freudiano… y podemos percibir ahora la magnitud de las ideas predominantes y prejuicios de las que el mismo fue una víctima.»
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Los chicos que crecen en un entorno nudista presencian los cambios corporales causados por la adolescencia, el embarazo y la vejez. Tienen mucha menos ansiedad a cerca de esos procesos naturales que los chicos que nunca los han presenciado, excepto a través de capas de ropa
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Investigaciones demuestran que los países con menos reservas a cerca de la desnudez (y la sexualidad en general) también tienen menos embarazos de adolescentes y tasas de aborto.
Un estudio realizado por el Instituto Guttmacher en 1985 encontró, que las tasas de embarazo y aborto entre adolescentes en Estados Unidos duplican holgadamente a las de Canadá, Francia, Suecia, Inglaterra y los Países Bajos. Esta disparidad no puede explicarse por diferencias en actividad sexual, raza, políticas de bienestar social o la disponibilidad de aborto legal, solo se explica en base a actitudes culturales hacia la desnudez y la sexualidad. Este estudio detectó, que el joven estadounidense es particularmente ignorante en cuestiones de biología y sexualidad, debido en parte al clima de desaprobación moral para la búsqueda de ese conocimiento. Encontró además que niveles más bajos de embarazos no deseados tienen correlación con factores tales como la cantidad de desnudez femenina presentada por los medios de difusión y la extensión de la desnudez en las playas públicas.
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La compulsión a la vestimenta intimida a millones de madres, negándoles la posibilidad de amamantar a sus bebes, aunque saben que el amamantamiento es saludable y conveniente tanto para su bebe como para ella.
En Estados Unidos apenas la mitad de las madres amamantan, solo el 20% lo hacen durante 6 meses completos y solo el 6% durante el periodo de un año recomendado por la Clínica General. El amamantamiento decae en los países en desarrollo.
Gabrielle Palmer escribe: «En la Inglaterra victoriana, famosa por su pudor, una mujer respetable podía amamantar abiertamente en la iglesia. Sin embargo en la sociedad industrializada contemporánea, donde los cuerpos de las mujeres y particularmente los pechos se usan para vender diarios, revistas, autos y chocolatines, el amamantamiento provoca pregones de protesta de hombres y mujeres.» Lisa Demauro hace notar que «nuestra sociedad se siente mucho más cómoda con la idea de pechos sexy que con la de pechos funcionales» «Millones de jóvenes han crecido sin haber visto nunca a una madre amamantando a su bebe.» La Coordinadora para el Amamantamiento del Departamento de Salud de Florida, Marsha Pearlman agrega «este es un comentario lamentable acerca de nuestra cultura.»
El Naturismo es especialmente consistente con el feminismo y la lucha por los derechos de la mujer
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La represión de la desnudez saludable, especialmente para las mujeres, ha sido uno de los medios principales de control de pensamiento y decisión de la patriarquia. Rompiendo este modelo, se quebrantan las ataduras invisibles del rol sexual heredado.
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Las limitaciones en la desnudez femenina, la aceptación de la pornografía y los exigentes requerimientos de la moda pueden separadamente verse como cuestiones menores, pero tomadas en conjunto forman un patron de represión machista.
Marilyn Frye explica: «Considere la jaula de un pájaro. Si usted mira muy de cerca, tanto como para ver un solo alambre, no podrá ver lo demás. Si su concepción de lo que está delante suyo es determinada por este enfoque miope, usted podrá ver hacia arriba y hacia abajo del alambre y determinar su longitud. No podrá entender porqué el pájaro no vuela en torno a esta cuando quiera para ir donde quiera. No existe ninguna propiedad física del alambre, nada que un escrutinio minucioso pueda revelar porqué el pájaro no va donde quiere, no hay nada que lo inhiba o lo perjudique, a no ser de una manera muy accidental. Solamente cuando usted retrocede y se detiene a mirar los alambres uno por uno microscópicamente y toma una imagen microscópica de la jaula en su totalidad, podrá entender porqué el pájaro no va donde quiera. Lo verá rápidamente, no requerirá grandes sutilezas, ni engorrosos razonamientos. Es perfectamente obvio que el pájaro está rodeado por una red de barreras sistemáticamente relacionadas, ninguna de las cuales podría obstaculizar su vuelo, pero las que, debido a sus relaciones, son tan limitantes como las sólidas paredes de un calabozo.»
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La desigualdad topfree (requerimiento de que la mujer se cubra el torso pero no el hombre) es degradante y discriminatorio hacia la mujer.
En nuestra cultura, los senos pueden exponerse para vender tragos a los hombres en bares, pero las mujeres no pueden andar topfree en una playa para su comodidad y placer. Reena Glazer escribe: «La criminalización de que la mujer descubra sus senos indica que la sociedad ve al cuerpo femenino como inmoral y algo que hay que ocultar. Existe algo potencialmente criminal en cada mujer por el solo hecho de ser mujer.»
Herald Price Fahringer escribe: «Los hombres tienen el derecho de cubrir o exponer sus torsos como a ellos les parezca conveniente, las mujeres no. Los hombres tienen el derecho de disfrutar del sol, el agua y el viento sin usar top, las mujeres no. Unos cuantos hombres aceptan este derecho de buena gana ¿Porqué entonces no permiten que las mujeres disfruten de la misma ventaja? El requerir que la mujer cubra sus senos en público es una muy visible expresión de desigualdad entre el hombre y la mujer, que fomenta una actitud de degradación hacia la mujer y daña su sentido de igualdad. Durante siglos el hombre ha ejercido el poder para generar ese prejuicio… Esta cuestión acentúa una ideología masculina que ha predestinado a generaciones de mujeres a una condición secundaria.»
Reymond Grueneich escribe: «¿Entonces que es lo que realmente está en juego, si la mujer podrá tener la libertad de desnudar su torso en los lugares públicos apropiados, para sus propósitos personales, en las ocasiones en las que se sienta libre de hacerlo, o si ella podrá solamente mostrar sus pechos en público en una ocasión que pueda ser explotada comercialmente y que fortalezca la idea de que la única función de los senos femeninos es satisfacer las fantasías del hombre? Como reflexión: Es un crimen que una mujer ande desnuda en público, a menos que lo haga al servicio de una corporación o un imperio comercial.»
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Las leyes que prohiben la exposición de los senos femeninos, lo hacen en parte debido a la reacción que esta exposición podría causar supuestamente en el hombre. Estas leyes fueron escritas enteramente desde el punto de vista masculino, e ignoran el punto de vista de la mujer, la que podría querer andar topfree por su comodidad.
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Negandose a aceptar la necesidad de «protegerse» a si misma de los hombres cubriendo su cuerpo, la mujer gana poder y desplaza la carga de responsabilidad de la conducta hacia el hombre, donde debería realmente estar.
Reena Glazer hace notar que «El poder de los hombres se perpetua al considerar a las mujeres como objetos en los que actúa y a los que reacciona, el vez de actores en si mismas… Todo su mérito se deriva de la reacción que pueda inducir en el hombre. Para mantener el sistema patriarcal, el hombre debe determinar como y cuando está permitido que se produzca su excitación. Así, el mito de los senos femeninos, del hombre heterosexual, ha sido codificado en la ley. Debido a que las mujeres son objetos sexuales y propiedad de los hombres, se concluye que lo que excite al hombre puede exhibirse solamente donde y cuando el hombre desee ser excitado.» Este énfasis en calificar a las mujeres de tentadoras «desplaza el peso de la responsabilidad del hombre hacia la mujer: Debido a que la mujer provoca impulsos incontrolables en los hombres, la sociedad excusa el comportamiento del hombre y culpa a la víctima de lo que haya sucedido… La sanción del concepto de que el hombre tiene impulsos incontrolables implica que la violencia sobre la mujer es inevitable.»
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Las leyes patriarcales despojan a la mujer del derecho de controlar su propio cuerpo, pero existen «excepciones» a las leyes de obscenidad que permiten el uso de cuerpos femeninos en la seducción del consumidor. Así, la desnudez femenina se considera inapropiada en la playa, pero es inocua en la publicidad y en la pornografía.
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Al imponer requerimientos arbitrarios de vestimenta para las mujeres (requiriéndoles que se cubran el torso) el gobierno actúa in loco parentis, en el rol de padre. Esto es degradante para la mujer. Como a un niño, a ella no se le concede la habilidad o el derecho de decidir como vestirse, como antiguamente no se le permitía votar, poseer una propiedad o ejercer otros derechos.
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La represión de la desnudez femenina saludable alimenta a la pornografía.
Herbert Muschamp observa: «Objetar los desnudos en publicaciones de interés general mientras se permiten revistas para hombres es una manera de mantener a la mujer en su lugar.»
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La pornografía y su entorno limitan la posibilidad de la mujer de participar en recreación nudista saludable, y de estar desnuda en otros contextos. El Naturismo destruye el poder de la pornografía sobre la mujer.
Como se mencionó anteriormente es legal exhibir Penthouse en los kioscos de diarios y revistas, pero es ilegal para una mujer, descubrir sus senos en público para amamantar a su bebe.
La pornografía pretende «libertad» particularmente «libertad de expresión», pero la aceptación de la pornografía restringe la capacidad de la mujer de andar topfree o desnuda para su propio placer. Esto limita la libertad de controlar su propio cuerpo y silencia su propia libertad de expresión. Nuestra cultura pornográfica ha contribuido a generar actitudes que a menudo desalientan a la mujer de intentar si quiera recreación de vestimenta opcional o Naturismo, que es en muchas formas la antítesis de la pornografía.
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La lucha por la libertad debería significar derechos civiles para la mujer, no autorizaciones para la industria de la pornografía.
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Las modas en la vestimenta y los requisitos legales históricamente han contribuido a la represión de la mujer.
Por ejemplo, a mediados del siglo XIX, una cintura delgada era considerada un signo de belleza, y para lograr este standard, las mujeres se ciñeron a si mismas en corsets diseñados para oprimir el estómago, y otros órganos internos, hacia adentro y hacia arriba, creando la apariencia de una cintura diminuta. Además, vestían sobre este, hasta 5 capas de enaguas bajo sus faldas largas hasta el piso. En la última mitad del siglo, se agregaron los aros de alambre y el menearse como resorte para dar el aspecto de plenitud. El peso de este conjunto se aproximaba a los 10 Kg. Ahora sabemos que muchas de las características asociadas con el «sexo débil» eran resultado de esta vestimenta restrictiva, incluyendo el «comer como un pajarito», una tendencia a hablar débilmente y la actividad física reducida. Thorstein Veblen ha observado que «el corset es, en teoría económica, un instrumento de mutilación que tiene el propósito de reducir la vitalidad del sujeto, rindiendo su personalidad y obviamente incapacitándolo para el trabajo.» Una variedad de enfermedades respiratorias y reproductivas (incluyendo frecuentes abortos) que sufrían las mujeres de la época han sido vinculadas directamente con los insalubres dictados de la moda «reloj de arena». Muchas asociaciones de debilidad femenina que tienen sus raíces en el siglo XIX permanecen aún con nosotros aunque hoy no son necesarias.
Los corsets y en tiempos modernos la cirugía estética de mamas también dañan la fisiología interna de los senos, eliminando incluso la capacidad de amamantar.
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El Naturismo define relaciones basadas en un balance de poder, y por lo tanto es consistente con el feminismo contemporáneo que busca romper las jerarquías de poder.
El Naturismo es más natural que la vestimenta obligatoria
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El Naturismo, como una celebración del cuerpo humano natural, libre de la artificialidad de la moda, es altamente compatible con los ideales de un estilo de vida simple, natural y de no agresión al medio ambiente.
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Así como trabajamos para el bienestar de la naturaleza, también deberíamos trabajar para el bienestar y la libertad de nuestros cuerpos, especialmente en la medida en que ellos puedan integrarse con el resto de la naturaleza.
Como ha observado la Federación Naturista de Quebec: «La naturaleza no es solo árboles, también es nuestros cuerpos.»
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Las metas del Naturismo y del ambientalismo generalmente son paralelas. Como este, el Naturismo procura preservar el carácter natural de los paisajes y se opone a la urbanización y explotación comercial. El gran riesgo para la mayoría de las playas no es la desnudez, sino la urbanización y la toma de posesión de áreas, originalmente públicas, por parte de balnearios, hoteles y complejos turísticos privados.
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Desnudo uno se siente parte de un lugar natural, vestido es un observador.
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El nudista es más sensualmente consciente, porque la desnudez aumenta su sensibilidad, y su experiencia sensorial.
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La vestimenta nos aísla del mundo que nos rodea, inhibiendo la habilidad de la piel de censar el entorno e irritándola artificialmente.
Paul Ableman escribe: «Si los primitivos perdieron su cultura [al haber sido vestidos por los misioneros], también perdieron su entorno. El aborigen perdió el sol, la lluvia, la hierba bajo sus pies, el follaje que rozaba su piel cuando caminaba por el bosque, el agua de los lagos, los ríos y el océano, que se deslizaba junto a el, y sobre todo, la incesante comunión con el viento. Cualquiera que haya pasado algún tiempo desnudo al aire libre sabe que el juego de los elementos sobre el cuerpo, produce una sensación siempre cambiante, que puede alcanzar la intensidad erótica. La piel se torna vivaz y sensible y se genera un espectro totalmente nuevo de sensaciones. Cubra su cuerpo y esta rica comunión es reemplazada meramente por fortuitos e incluso irritantes contactos con tejido inerte. Se produce un enorme cambio, y su magnitud tal vez pueda juzgarse por la aversión de los indios de Tierra del Fuego a adoptar vestimenta. Estos vivían en un clima tan duro, que Darwin observó nieve fundiéndose en los pechos desnudos de una mujer. Preferían el contacto dérmico con el entorno, hostil como era, a la perdida de la sensación que implicaba vestir ropas.»
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La vestimenta compulsiva es incompatible con los dictados de la naturaleza, como lo expresan todos los demás miembros del reino animal. Los humanos son la única especie que se viste a si misma.
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Algunos psicólogos teorizan que los humanos desarrollaron la vestimenta, en parte, para apartarse de los animales.
Fred Ilfeld y Roger Lauer escriben: «El mayor objetivo del hombre es la superioridad… y una manera de conseguirla es vistiéndose. Las ropas no solo decoran y protegen, ellas también le dan jerarquía a quien las lleva, no solo respecto de sus iguales, además y principalmente, en relación a su lugar en la naturaleza. La vestimenta, al ocultar sus órganos sexuales, hace que el ser humano parezca menos un animal y más un dios.» Lawrence Langner agrega: «El hombre moderno es un puritano, no un pagano, y con su ropa ha podido sobrellevar su sentimiento de vergüenza con relación a la exposición de sus órganos sexuales en público, en compañía mixta. Ha logrado esto transformando su inferioridad básica en un sentimiento de superioridad, relacionándose a si mismo con Dios a cuya imagen asexuada el reclama estar hecho. Pero al sacarse todas sus ropas, es fácil ver que el es mitad dios, mitad animal. Está jugando dos roles que son contradictorios entre sí, y el resultado es una gran confusión.»
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La barrera física de la vestimenta refuerza las barreras psicológicas que nos separan del mundo natural.
En nuestra sociedad de vestidismo obsesivo, nos hemos distanciado tanto de la naturaleza que la sola visión de nuestro estado natural, resulta a menudo alarmante. Allen Ginsberg escribe: «La verdad siempre puede sorprender un poco, porque nosotros somos criaturas de hábito, especialmente en nuestra hipermercantilizada, hiperindustrializada e hipermilitarizada sociedad. Cualquier presentación de la naturaleza tiende a parecer chocante.»
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Los estilos de vida que son incompatibles con los dictados de la naturaleza (incluyendo el vestidismo obsesivo) pueden resultar psicológicamente dañinos.
Robert Bahr escribe: «La desnudez es el estado natural del ser humano; la vestimenta impone una barrera entre nosotros y Dios, la naturaleza, el universo que sirve para deshumanizarnos totalmente.» «Paradójicamente,» recuerda Jeremy Seabrook, «la sola presencia de los occidentales [en las playas nudistas] en el sur, es una expresión de algo faltante en sus vidas diarias. Después de todo, la industria en general no es devota de permitir a la gente apartarse totalmente de ella. ¿De que se quieren apartar precisamente, cuando la iconografía de su cultura se presenta globalmente como el proveedor de todo? Muchos podrán admitir que están buscando algo que no tienen en casa (además del sol), algo que tiene que ver con la autenticidad, una forma de ser ‘íntegro’… Ellos se han despojado de su herencia cultural; y es por eso que tienen que comprar lo que debería ser un derecho de todos los seres humanos: un anclaje seguro en ritos y celebraciones que acompañen los momentos significativos de nuestras vidas humanas.»
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Un estilo de vida Naturista es ambientalmente más responsable. Por ejemplo, la opción de andar desnudo en climas cálidos reduce drásticamente la necesidad de aire acondicionado. La mayoría de los equipos de aire acondicionado usan tremendas cantidades de energía y suelen usar refrigerantes que son perjudiciales para la capa de ozono.
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La vestimenta se produce por procesos ambientalmente irresponsables y con materias primas de fuentes ambientalmente irresponsables.
Por ejemplo, los sintéticos se derivan del petróleo y el algodón se cultiva con técnicas de agricultura que emplean pesticidas en forma intensiva. El algodón constituye la mitad del consumo textil del mundo, y es una de las cosechas que requiere más rociado de pesticidas. La confección de vestimenta también incluye blanqueo con cloro, teñido químico, estampado usando compuestos metálicos, acabados con resinas y formaldehído, y electrodeposición; todos estos procesos incorporan residuos tóxicos a las aguas de desecho.
Los requerimientos de vestimenta aceptados son arbitrarios e inconsistentes
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Los standards de vestimenta son inconsistentes.
Por ejemplo, una bikini es aceptada e incluso alabada en una playa, pero prohibida en otra parte, en una tienda, por ejemplo. Incluso en una playa, una bikini cara se considera aceptable, mientras que la ropa interior no, aunque cubre la misma superficie o incluso más.
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Los requerimientos de vestimenta son arbitrarios y se basan en el sexo de manera irracional.
Hasta 1920 por ejemplo, los tobillos y las pantorrillas femeninas se consideraban eróticas en la cultura occidental, aunque los hombres vestían pantalones cortos. Los japoneses consideraban erótica la parte trasera del cuello de la mujer, y en la actualidad, las culturas de Oriente Medio ocultan el rostro de la mujer. Durante la Guerra del Golfo en 1991, al personal femenino de la armada de los Estados Unidos, se le prohibió el uso de remeras que dejaban sus brazos al descubierto, porque esto podía ofender a los aliados de Arabia Saudita. Las mujeres, pero no los hombres, fueron forzadas a usar ropa que cubriera totalmente sus brazos, en el sofocante calor del desierto.
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Actualmente en nuestra cultura, los senos femeninos se ven como eróticos y no exhibibles, aunque son anatómicamente iguales a los de los hombres, excepto por la capacidad lactatoria, y no son más órgano sexual que los de este.
Expertos médicos observan que los pechos masculinos tienen las mismas capacidades eróticas que los de las mujeres. Otros estudios sugieren además que la mujer es tan atraída sexualmente por un hombre con el torso descubierto, como este es atraído por una mujer.
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La naturaleza arbitraria de los requerimientos de vestimenta se evidencia en los distintos standards de las distintas culturas.
Por ejemplo, una revisión de 190 sociedades en 1951 encontró que, al contrario de los standards de nuestra propia cultura, relativamente pocas consideraban impúdica la exposición de los senos femeninos. Julian Robinson observa: «Pocos grupos culturales coinciden en que partes del cuerpo deben cubrirse y cuales pueden mostrarse abiertamente… Por cierto, mucha gente piensa que es difícil de comprender la lógica subyacente en cualquier otra forma de vestimenta y adorno que difiera de la que el viste actualmente, encontrándolas antinaturales e incluso incivilizadas. El considerar la exposición u observación de aquellas partes del cuerpo que generalmente se mantienen cubiertas horroriza y disgusta tanto que hasta piden a sus legisladores que los protejan de esta posibilidad.»
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La naturaleza arbitraria de los requerimientos de vestimenta es reflejada por la historia. Incluso en la misma cultura, los tabúes acerca de que partes del cuerpo pueden o no mostrarse han cambiado radicalmente a través del tiempo.
Por ejemplo, antes de la enmienda de los estatutos en 1930 en los Estados Unidos, los hombres eran arrestados por nadar sin remera. Muchas de las pinturas y esculturas hoy consideradas clásicas, por ejemplo el Juicio Final de Miguel Angel, fueron consideradas obscenas en su época. El tabú del cuerpo alcanza su máxima expresión a mediados del siglo XIX en Inglaterra y Estados Unidos, cuando se consideraba impropia la mención de casi cualquier detalle del cuerpo humano en compañía mixta. Howard Warren escribe: «A una mujer le estaba permitido tener cabeza y pies, pero entre el cuello y las pantorrillas, solo estaba permitido mencionar el corazón y el estómago. La exposición de las pantorrillas, incluso con medias, era considerado impúdico.» Por otro lado, a principios del siglo XIX, la vestimenta femenina de moda en Francia era tan escasa que un vestido completo incluyendo los zapatos no alcanzaba a pesar más de 250 gramos. Lois M. Gurel escribe: «Es preciso recordar que la ropa en si no es ni moral ni inmoral. Es la ruptura de las tradiciones lo que la hace inmoral.»
El grado en que podían exhibirse los pechos femeninos ha variado en forma importante en el transcurso de la historia, en la cultura occidental. En ciertas épocas, los escotes femeninos se han hundido tan profundamente que los senos estaban más expuestos que cubiertos. La historiadora Aileen Ribeiro hace notar que a principios del siglo XV, «Los vestidos femeninos se hicieron cada vez más ajustados sobre el busto. Algunos tenían frentes abiertos, incluso mostrando los pezones.» Los senos se dejaron de mostrar durante todo el siglo XVII y aparecieron en escena nuevamente en el siglo XVIII, especialmente en la corte del rey Carlos II de Inglaterra. Irónicamente, en este mismo periodo, una mujer respetable nunca debía ser vista en público con la punta de sus hombros al descubierto.
El Naturismo está creciendo en aceptación
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La mayoría de las sociedades del mundo son mucho más abiertas que la nuestra con respecto al tema de la desnudez . Muchas culturas, especialmente en Europa, aceptan con mucha más naturalidad la desnudez en las playas y otros sitios de recreación.
Una encuesta llevada a cabo en 1995 por una revista francesa de moda encontró que solo el 7% de la población se sobresaltaba al ver mujeres con sus pechos descubiertos en la playa, y que el 40% de las mujeres había intentado andar topfree. Otra encuesta realizada en 1983 reveló que el 27% de las mujeres francesas andaba topfree en la playa de manera regular, mientras que el 6% andaba desnuda. Otra realizada por Harris en 1982 encontró que el 86% de los ciudadanos franceses estaba a favor de la desnudez en las playas públicas. En Munich y Zurich está permitido tomar sol topfree o desnudo en la mayoría de los parques públicos. En 1989 una ordenanza municipal de Zurich acepto oficialmente la desnudez en las piletas municipales después de que una encuesta de opinión pública reveló solo un 18% de oposición. Dos encuestas realizadas por separado a mediados de los 80 encontraron que el 68% de los alemanes no objetaban el baño desnudo. En 1983 una medición de opinión pública realizada en Grecia reveló que el 65% de la población estaba a favor de la aprobación legislativa de cuatro facilidades nudistas oficiales. En 1984 otra encuesta detectó que el 82% de los residentes de Lisboa aprobaba que se reservaran playas para uso nudista. En Dinamarca la desnudez es legal en todas sus playas, ¡excepto en unas pocas playas textiles! La línea costera sueca es casi tan tolerante como la danesa. La desnudez en la playa también es la norma en Rumania donde el salario mensual promedio es de $65 y un traje de baño cuesta desde $4 a $20. Los saunas son la constante en Finlandia, con un sauna cada 3.5 habitantes y, por supuesto, los baños se toman desnudos, habitualmente en compañía mixta.
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La participación en organizaciones nudistas es alta en otras partes del mundo.
En Holanda 1 de cada 422 habitantes está afiliado a una asociación nudista, en Suiza 1 de cada 519, en Francia 1 de cada 630, en Bélgica 1 de cada 890, en Nueva Zelandia 1 de cada 1250, en Inglaterra 1 en 2784, en Canadá de habla inglesa 1 en 5200, en los Estados Unidos, 1 en 6856. De acuerdo con una encuesta realizada en Francia, 1 de cada 10 miembros de la población ha intentado el nudismo por lo menos una vez, y otro tanto está a punto de probarlo.
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Las vacaciones Naturistas son una parte significativa de la industria turística en muchos países.
Hacia 1983, aproximadamente dos millones de personas vacacionaban en balnearios y clubes Naturistas Franceses cada año. Antes de la devastadora fragmentación y guerra civil en Yugoslavia, más de cien mil turistas visitaban sus parques y balnearios naturistas cada verano. De acuerdo con el presidente del Departamento de Naturismo y Camping de la Secretaria de Turismo de Yugoslavia, las vacaciones Naturistas en 1984 sumaron el 25% del turismo extranjero recibido. Mientras que los paquetes turísticos nacionales no mencionan en absoluto playas nudistas o topfree, en otros países (especialmente aquellos que son destino turístico internacional) las agencias de turismo ofrecen opulentos paquetes y anuncian y promueven los balnearios Naturistas.
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La desnudez es mucho más común en los medios de difusión extranjeros.
Por ejemplo, uno de los shows televisivos más populares de Brasil, «Pantanal», presenta desnudos frecuentemente. Una encuesta realizada por un periódico local encontró que el 83% de los televidentes se sintieron «cómodos» con las escenas de desnudos. Una encuesta de la Universidad de San Pablo realizada en junio de 1990 contabilizó 1145 exhibiciones de desnudos por televisión en una semana.
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La desnudez pública, incluyendo la recreación de vestimenta opcional, está creciendo en aceptación en los Estados Unidos.
En 1983 una encuesta realizada por Gallup reveló que el 72% de los estadounidenses pensaban que deberían designarse legalmente playas de vestimenta opcional, y el 39% coincidía en que el gobierno debía tener la responsabilidad de asignar estas áreas. Un tercio de los encuestados dijo que probaría ir a una, el 14% afirmo haber practicado ya recreación nudista. Otra encuesta realizada en 1985 por Roper Poll coincidió informando que el 18% de todos los estadounidenses (27% de los comprendidos entre 18 y 28 años de edad, 24% de los estudiantes universitarios) ya habían tomado baños desnudos con un grupo que incluía miembros del sexo opuesto. Otros estudios sugieren que estos números se están incrementando. Un estudio realizado por la revista Psicology Today detecto que el 28% de las parejas menores de 35 años toman baños juntos desnudos, el 24% de las comprendidas entre 35 y 49 años, y el 9% de las mayores de 50, y que existe una correlación entre esta actividad y un mayor nivel de satisfacción en el matrimonio. Una encuesta llevada a cabo por Martini y Rossi informó que el 35% de los estadounidenses se desnudaría totalmente en una playa nudista. Otra realizada en 1986 por la revista People Weekly preguntó a la gente, cuan culpable se sentiría si participara de 51 actividades distintas, dando una puntuación de 1 a 10 a cada una de ellas, donde 10 representaba el mayor sentimiento de culpa. ‘Tomar sol desnudo’ fue la anteúltima con una puntuación de 2.76, por debajo de ‘no votar’ con 3.07, ‘maldecir’ con 3.34, ‘fumar’ con 3.38 y ‘comer con exceso’ con 4.43.
En 1991, la afluencia de visitantes a Wreck Beach, en Columbia Británica, en un día agradable, fue estimada en 15000 personas y se contabilizaron 90000 usuarios por mes en un solo camino de acceso a la misma. Una encuesta realizada por West Area Park Staff reveló que la mitad de aquellos visitantes fueron desnudos. Cuando en 1991 la situación de ‘vestimenta opcional’ de esta playa fue amenazada, más de 10000 personas enviaron cartas o firmaron peticiones para protegerla.
Si se les da la oportunidad y el permiso para hacerlo, las mujeres tomarían ventaja de la opción de andar topfree. Durante los juegos olímpicos de Los Angeles en 1984, la policía decidió no arrestar a las mujeres europeas que andaban topfree en las playas locales. Las mujeres estadounidenses, al notar el doble standard, también se sacaron sus tops, y fingían no comprender inglés cuando se les decía que se cubrieran. La policía denomino a esto «tomar ventaja del aflojamiento normativo», Pienso que más precisamente debería llamarse «tomar ventaja de costumbres más civilizadas».
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El número de miembros de las asociaciones Naturistas crece rápidamente.
La cantidad de miembros de la AANR (Asociación Americana para la Recreación Nudista) por ejemplo, llego a 40000 en 1992, subiendo 15000 en solo 5 años! Hacia 1995 el número pasó a los 46000. De acuerdo con un estudio encargado por la Trade Association for Nude Recreation, la participación en el nudismo está creciendo actualmente a razón del 20% por año, lo que lo hace la actividad recreativa al aire libre de mayor crecimiento.
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La industria turística está descubriendo que el aceptar la recreación de vestimenta opcional favorece sus intereses económicos.
Cuando, a mediados de los 80, Miami Beach se transformó en destino favorito de vacaciones para los europeos, se comenzó a permitir el uso de tangas en la playa, y se dejo de imponer la ordenanza que prohibía bañarse o tomar sol topfree. El condado de Dade es el único en todo el estado de Florida que experimentó un crecimiento en el turismo durante 1991, un año de profunda depresión, todos los demás incluyendo a Disney Word sufrieron mermas significativas de afluencia turística. Nikki Grossman, director del Ft. Lauderdale Convention and Visitors Bureau, reconoce que «los requerimientos de playas nudistas o topfree se encuentran entre las cinco principales prioridades de los convencionalistas internacionales,» y Fodors Travel Guide observó que «el nudismo es el sector turístico de mayor crecimiento.» El nudismo produce una renta directa anual de $120000 en los Estados Unidos.
Soporte constitucional para el Naturismo
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En una sociedad libre como la nuestra, el estilo de vida de las personas no debería ser dictado por nadie, especialmente si este estilo de vida no infringe los derechos de los demás.
En las palabras de la juez Sandra Day O’Connor: «Nuestra constitución está diseñada para maximizar la libertad individual en un marco de libertad ordenada.»
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De hecho, la constitución se escribió para defender los derechos y puntos de vista de las minorías. Este principio por si solo debería bastar para justificar el derecho de recrearse desnudo, pacíficamente, sin interferencia del gobierno.
El juez William O. Douglas, tras una unánime decisión de la corte, escribió: «Estas cuestiones han dignificado el derecho a disentir y han honrado el derecho a ser inconformista y el derecho a oponerse a la sumisión. Han gritado hurras a los más altos espíritus en vez de callarse en el sofocante silencio.»
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La constitución ha sido interpretada como un medio para proteger las libertades individuales, excepto cuando ellas se oponen al «interés del estado». No es responsabilidad de los individuos justificar sus libertades, por el contrario, es responsabilidad del gobierno justificar cualquier restricción a la libertad.
El juez Douglas enumera tres niveles de derechos: «Primero está el control autónomo sobre el desarrollo y la expresión del intelecto propio, intereses, gustos y personalidad. Segundo, la libertad de elección en decisiones básicas que afectan a nuestra vida con respecto al matrimonio, divorcio, procreación, concepción , y la educación y crianza de nuestros hijos. Tercero, el derecho de cuidar de nuestra salud y nuestra persona, la libertad con respecto a restricciones físicas o compulsión, la libertad de caminar, pasear o haraganear.» Douglas no permitiría restricciones por parte del estado en el primer nivel de derechos, y solo muy acotadas regulaciones en función del «interés del estado» en los niveles segundo y tercero.
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El Naturismo siempre ha dicho que la desnudez ofrece «libertad de las limitaciones del cuerpo». Estas libertades solo podrían restringirse en el caso de que se vieran afectados intereses del estado; si no puede argumentarse ninguna «razón de estado», las restricciones no son válidas.
Desafortunadamente, creo que las cortes han reconocido como protegible, aunque de menor interés, el derecho individual concerniente a la propia apariencia y estilo de vida, especialmente cuando esta tiene sustento en la tradición y las costumbres. La desnudez pública, cuya protección no es «fundamental» o directamente «constitucional» incluso puede verse limitada por otras consideraciones tales como «cuestiones ambientales» o «standards de la comunidad.» A menudo se hace referencia a principios morales, pero estos son abandonados rápidamente y reemplazados por artificios legales que prohiben simultáneamente el comportamiento inocente (andar desnudo) junto con las conductas de legitimo interés del estado (conducta impúdica).
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La constitución ha sido interpretada repetidamente como protectora del derecho de los individuos a asociarse con otros de filosofía similar y también del derecho de criar a sus hijos en el contexto de una filosofía en particular. Este principio protege el derecho de las familias nudistas de asociarse y recrearse desnudos.
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La Primera Enmienda garantiza el derecho de libertad de expresión. Este protege a cualquier otra forma de vestimenta. Debería proteger también el derecho de no vestir ropa.
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Recientes decisiones de la corte en Florida, Nueva York y otros estados de los Estados Unidos han sostenido que la desnudez es parte del derecho de libre expresión.
Desafortunadamente, las cortes han considerado que la mera desnudez, por si sola (por ejemplo, tomar sol desnudo en una playa pública), sin estar combinada con alguna otra forma de expresión protegida, no es considerada como «libre expresión», y por lo tanto, no tiene protección constitucional. Las cortes distinguen entre las creencias, protegidas por la Primera Enmienda y las conductas reales basadas en aquellas creencias, argumentando que andar desnudo en una playa es una «conducta» en vez de el estado natural del ser humano.
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El lenguaje corporal de la forma humana desnuda tiene un extraordinario simbolismo y poder comunicativo que deberían estar protegidos por la constitución.
Pueden verse ejemplos en pintura, fotografía, escultura, teatro, cine y otras formas visuales de comunicación.
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La Corte Suprema ha dictaminado que las personas no pueden ser forzadas a comunicar ideas a las que se oponen. También dictaminó que la vestimenta puede ser una forma protegida de libertad de expresión (por ejemplo, los estudiantes y empleados tenían el derecho de usar brazaletes negros para protestar contra la guerra de Vietnam). Es inconstitucional forzar a los Naturistas a expresar conformidad con las ideas de pudor y vergüenza corporal, con las que no están en desacuerdo, forzándolos a vestir trajes de baño en la playa, por ejemplo.
Como dijo la fiscal Eleanor Fink: «¿Si se le permite a la gente vestir ropas de Nazis, no debería también permitírsele usar las vestimentas del Creador?»
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Las cortes permiten a los publicitarios y a la industria pornográfica expresar actitudes de explotación de la mujer, basándose en que se está protegiendo la «libertad de expresión», pero no han tenido la misma buena disposición a garantizar protección a la expresión natural de la libertad corporal, mediante la desnudez inocente, no comercial, en una playa.
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La vestimenta es socialmente expresiva y psicológicamente simbólica, denota identidad en un grupo cultural determinado. El restringir el estado de vestimenta de los nudistas no es menos restrictivo que prohibir a cualquier otro grupo cultural el usar la vestimenta que los caracteriza. Evitar que los nudistas anden desnudos es equivalente a evitar que un descendiente de escoceses use los colores de su familia, o evitar que un sacerdote use su sotana.
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Con la aparición de las asociaciones nacionales que promueven el nudismo como una doctrina, la recreación nudista puede eventualmente llegar a verse como una forma de comunicación de dicha doctrina y como un ejemplo de libre asociación.
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La Novena Enmienda expresa claramente que no deben negarse libertades que no están expresamente prohibidas. Por lo tanto la desnudez no es ilegal, excepto que haya leyes específicas que la prohiban.
La mayoría de las leyes solo prohiben la conducta impúdica, no la desnudez en sí, y de hecho, no existe prohibición de la desnudez en tierra pública.
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Muchas prohibiciones contra la desnudez provienen históricamente del clima político de la antigua iglesia cristiana. Incluso hoy día, muchas de las objeciones al nudismo se basan en principios religiosos. La separación constitucional de la iglesia y el estado debería invalidar estos argumentos.
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Importantes precedentes legales sugieren que las leyes que requieren que la mujer, pero no el hombre, se cubra sus senos, son sexistas, discriminatorias, e inconstitucionales.
Por ejemplo, en 1992, la corte de apelaciones de Nueva York (la más importante del estado), revoco la prisión que pesaba sobre dos mujeres que habían sido encontradas culpables de exponer sus senos en público. La sentencia sostiene que: se entiende la aplicación de las leyes antidesnudez solo a conductas lascivas e impúdicas, no a la «exposición no comercial, accidental y ciertamente no impúdica». Herald Price Fahringer, abogado de las mujeres, dijo que la sentencia implica que las mujeres en el estado de Nueva York podrán tomar sol topfree o incluso, caminar por las calles sin cubrir su torso, siempre y cuando, esto no se haga en forma impúdica o con propósitos de prostitución. El juez Vito Titone puntualizó que en muchos países europeos, la mayoría de las mujeres toman sol topfree, y agregó: «Aunque muchos en nuestra sociedad consideran la exposición de los senos femeninos como una conducta impúdica, que no tiene un equivalente masculino. Este punto de vista no sirve de justificación para un tratamiento diferenciado, porque en si mismo es un artificio cultural, enraizado en centurias de prejuicio y humillación hacia la mujer.» Esta sentencia es solo una de muchos estudios y precedentes legales en toda la nación, que sostienen que la exposición de los senos femeninos no es en si misma una conducta indecente.
Soporte legal adicional para el Naturismo
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Un análisis histórico demuestra que las leyes que requieren a las mujeres cubrir sus senos solo están justificadas por prejuicios y preconceptos culturales.
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Las leyes que requieren que la mujer pero no el hombre cubra su torso fueron escritas desde la perspectiva masculina, asumiendo que el cuerpo del hombre es natural y normal, y que el de la mujer debe cubrirse porque es diferente.
Reena Glazer observa que «bajo la teoría de la igualdad, la mujer puede tener igual tratamiento que el hombre solo en el ámbito en el que ella es igual al hombre.» Las diferencias físicas debido a las razas no justifican la discriminación; tampoco deberían justificarla las debidas al sexo.
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Las leyes que requieren que las mujeres cubran sus senos no se justifican diciendo que el cuerpo femenino es significativamente diferente del cuerpo del hombre, ni tampoco esgrimiendo el argumento de que los senos son órganos sexuales, ni por el hecho de que los senos puedan tener un rol en el sexo o en el juego sexual, ni porque los senos son características sexuales secundarias prominentes.
No se puede argumentar que la mujer tiene senos y el hombre no, porque ambos los tienen. Tampoco que la mujer los tiene más grandes e incluso protuberantes porque muchas mujeres son ‘chatas’, mientras que muchos hombres los tienen bastante grandes. Los senos no son órganos sexuales porque no son esenciales para la reproducción y de hecho no tienen nada que ver con esta. Una mujer sin senos puede tener un bebé. Los senos sirven a la función fisiológica de alimentar al bebé, pero esta es una función maternal, no sexual. Los senos pueden tener un rol en el juego sexual, pero otras partes del cuerpo también y no son censuradas; particularmente las manos y la boca (la que casualmente es cubierta por los musulmanes, en parte por esta razón, pero solo en las mujeres). La barba en el hombre es tan característica sexual secundaria como lo son los senos femeninos, pero esta no es censurada.
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La mera desnudez no es en sí impúdica o ‘exposición indecente’. Existe importante soporte legal en todo el mundo que justifica esta afirmación.
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La mera desnudez no puede considerarse una ‘conducta’ ofensiva o inmoral, simplemente porque no es una conducta, solo es el estado natural del ser humano.
No debería ser menos legítimo estar en este estado natural que vestido. La raza de una persona es también un estado natural de esta y la discriminación en este sentido es ilegal. Debería ser igualmente ilegal discriminar a las personas en base al hecho de encontrarse en el estado natural común a toda la humanidad.
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Ante el desafío de definir standards de pudor, los que por naturaleza resultan ambiguos, con frecuencia, los legisladores han visto que es más complicado prohibir la desnudez que permitirla.
Por ejemplo, en la legislación local anti-desnudez del condado de St. John en Florida, EEUU encontramos esta esmeradamente elaborada definición de cola: «El área en la parte trasera del cuerpo humano (a veces referida como ‘gluteus maximus’) que se encuentra entre dos líneas rectas imaginarias paralelas a la tierra cuando la persona se encuentra de pie. La primera o superior de estas líneas se encuentra a media pulgada por debajo de la parte superior de la entrada de las nalgas (v.g. la prominencia formada por los músculos que corren por detrás de la cadera en la parte trasera de las piernas) y la segunda o inferior de estas líneas se encuentra media pulgada por debajo del punto más bajo de la curvatura de la protuberancia carnal (a veces referida como pliegue glúteo) y entre dos líneas rectas imaginarias, una a cada lado del cuerpo (las ‘líneas externas’), que son perpendiculares a la tierra y a las líneas descriptas anteriormente y que pasan a través de los puntos más externos en los que cada nalga alcanza la parte externa de cada pierna. A pesar de lo mencionado con anterioridad, la cola no debe incluir a las piernas, tendones musculares más allá del pliegue glúteo, los músculos tensores faciales laterales, o cualquier parte del cuerpo humano que se encuentre en el área descripta anteriormente y (i) la línea perpendicular izquierda interna y la línea perpendicular izquierda externa o (ii) la línea perpendicular derecha interna y la línea perpendicular derecha externa. En la frase anterior la línea perpendicular izquierda interna es una línea recta imaginaria, a la izquierda del ano, que es perpendicular a la tierra y a las líneas horizontales descriptas anteriormente y que está a un tercio de la distancia entre el ano y la línea perpendicular izquierda externa… La descripción precedente puede resumirse generalmente como: ‘Cubrir un tercio de la cola con centro en su hendidura y con la longitud de la misma.
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Una gran parte de las regulaciones anti-desnudez estatales y locales fueron redactadas por ‘altos oficiales’ o pequeños grupos, sin revisión pública. Esto es totalmente antidemocrático y contrario al principio de ‘proceso justo’.
Por ejemplo, en el año 1983 en el estado de Florida, EEUU, se cerraron todas las playas nudistas, sin exponer esta decisión a la revisión pública.
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Existe extenso precedente legal que da sustento al hecho de que es indiscutiblemente legal estar desnudo en privado o en propiedad privada.
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Muchos gobiernos nacionales, estatales o locales de otros países también han legislado explícitamente el derecho de estar desnudo en áreas públicas designadas, como por ejemplo las playas nudistas oficiales.
Las playas nudistas oficiales son raras, pero no inexistentes. Por ejemplo, en el sur de Brasil, el municipio de Balneario Camboriu tiene una playa Naturista legalmente sancionada por el gobierno municipal.
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No existe prohibición federal universal contra la desnudez en tierras públicas. En general, las agencias de control de las tierras públicas (por ejemplo los guardaparques) ven a la recreación nudista llevada con discreción y sensibilidad hacia los valores de los demás como una «actividad legítima.»
Muchos gobiernos estatales y locales han seguido la política federal sin que se produjesen conflictos. William Penn Mott, ex director de los Servicios Nacionales de Parques escribe: «Servicios Nacionales de Parques debe buscar conscientemente el respeto, y acomodarse al amplio espectro de diferencias en estilos de vida y valores entre los distintos visitantes y colegas profesionales con simpatía, dignidad y tolerancia. Yo creo que los parques son el lugar donde el espíritu humano es más libre, más capaz de permitir a la gente ser ellos mismos, acercarse a la unidad con las verdades universales con respecto a la humanidad y su relación con la naturaleza y las verdades sagradas por las que vivimos… Creo que también resulta fácil para nosotros, los empleados del gobierno, pensar que no existe una sola manera de disfrutar y usar los parques, y que cuando un visitante entra en ‘nuestros parques’, el debe ‘seguir su camino’.»
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El uso nudista de la mayoría de las tierras federales en EEUU es, de hecho constitucional porque no existe legislación federal universal prohibiéndolo. La Novena Enmienda expresa específicamente que no se negaran derechos que no estén específicamente prohibidos.
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El mandato hacia las agencias de tierras públicas como el U. S. Forest Service es proveer recursos para la diversidad de recreación. Históricamente se han destinado recursos para formas de recreación extremadamente minoritarias. La diversidad recreacional también debería proveer recursos para la recreación nudista.
Una encuesta realizada por Gallup en 1983 encontró que el 14% de los norteamericanos ocasionalmente disfrutaba de recreación nudista. ¿En cuantas actividades participa un porcentaje semejante de la población estadounidense, si existe alguna? Seguramente no cazar, esquiar, andar en mountain bike, o usar vehículos todo terreno. Todas estas actividades tienen áreas designadas para su realización!
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La recreación de vestimenta opcional es menos ofensiva para la mayoría de la gente que muchas otras formas de recreación que son abiertamente toleradas e incluso promovidas en tierra pública.
Un estudio realizado por el Dr. Steven D. Moore de la Universidad de Arizona demostró que el encontrar bañistas desnudos en tierra pública es cinco veces más aceptable que el encontrarse con cazadores.
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Los Naturistas merecen al menos la misma consideración por parte de las agencias que administran las tierras públicas que las actividades que dañan los recursos naturales como el uso de vehículos todo terreno.
Como apunta Pat O’Brien «Es muy fácil evitar encontrarse con nudistas, sabiendo donde es esperable encontrarlos. No se puede decir lo mismo de otros usos permitidos de las tierras públicas y vías navegables. El rugido y mal olor de un ‘nievemovil’ u otros vehículos todo terreno no puede ignorarse, y no se puede pasar por alto u obviar a un jet sky que pasa por el agua cerca de uno. ¿Porqué entonces es tan objetable el uso de un pequeño espacio de tierra de manera no exclusiva, en actividades no contaminantes y que no molestan a los demás?»
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El acta de Reservas Naturales redactada en EEUU en 1963 definió ‘Reservas Naturales’ como «tierras designadas para la preservación y protección en su condición natural». Estas deben administrarse de forma tal que las mantenga tan naturales como sea posible. Por lo tanto, debería permitirse al ser humano disfrutarlas en un estado tan natural como lo desee: libre de las limitaciones artificiales de la vestimenta.
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Los reservas naturales públicas deberían ser lugares donde las libertades humanas, incluyendo la recreación nudista, se observen más libremente que en ningún otro sitio. Deberían ser además, nuestra medida de anarquía cuidadosamente controlada, nuestro refugio libre de toda intromisión de las normas y regulaciones gubernamentales. ¿No son estas las razones por las que vamos a las reservas naturales, y no deberían estas estar libres de interferencia externa indeseada como las innecesarias regulaciones con respecto a la vestimenta?
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Desafortunadamente, los administradores de las áreas de recreo a menudo resuelven la cuestión de la recreación nudista, ignorándola en vez de administrarla.
Así, los administradores permiten desnudez en playas remotas sin ninguna facilidad, ni siquiera guardavidas, entonces afirman que el desorden, el uso de drogas y otros problemas son consecuencia de la desnudez, en vez de la falta de administración activa.
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Si la desnudez pública es ampliamente aceptada en sociedades consideradas represivas por nosotros (por ejemplo, la ex Yugoslavia Socialista, la ex Alemania Oriental, la Grecia Ortodoxa y la Francia Católica), debería tolerarse en Europa democrática y en América «la tierra de la libertad».
Lee Baxandall informó que «casi todas las ciudades [en Alemania del Este] tienen una FKK (playa nudista). Unos noventa lugares reciben anualmente 200.000 carpas/casas rodantes. Hay más playas FKK que ‘textiles’. Una encuesta realizada por GDR encontró que el 57% de la población aprobaba la recreación nudista, el 20% no opinaba y solo el 13% se oponía.» Desafortunadamente, con la reunificación de Alemania, el oeste ha exportado hacia el este tanto la pornografía como las restricciones a las playas. Ahora que Alemania del Este es libre, muchas de sus playas no lo son. Un informe de UPI de 1992 procedente de Ahlbeck comentó: «La controversia parte de la introducción de las regulaciones al estilo de Alemania Occidental en las playas de Alemania del Este, tradicionalmente nudistas.» Irónicamente, las nuevas prohibiciones de la desnudez provienen de una reglamentación de la era Nazi y llevan la firma de Heinrich Himmler.
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Las reglamentaciones anti-desnudez son degradantes porque reemplazan la responsabilidad individual por el control del estado.
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No resulta apropiado usar recursos policiacos para disuadir a pacíficos bañistas en una playa, simplemente porque están desnudos, cuando estos recursos se están restando a necesidades reales, como por ejemplo evitar la ejecución de crímenes o controlar el cumplimiento de la ley.
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Ocurre una cruel inversión de justicia cuando, en una playa, la ley desaprueba a inocentes nudistas mientras que los mirones, quienes idolatran el cuerpo de manera pervertida, son aceptados como ‘normales’.
Sustento histórico del Naturismo
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La desnudez social es parte de una larga tradición histórica. La civilización occidental reciente es casi la única, en toda la historia conocida de la humanidad, en haber codificado en leyes la represión contra la desnudez.
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La desnudez era común en la antigua civilización griega, especialmente para los hombres.
Durante el periodo Clásico de la Grecia antigua, el ejercicio y las competencias atléticas se convirtieron en parte de la vida diaria del hombre griego, que desarrollaba estas actividades en total desnudez. Eran estas prácticas las que separaban a los griegos ‘modernos’ de las demás culturas ‘barbaras’ e incluso de su propio pasado. Platón describe la desnudez en el ejercicio como una innovación práctica, útil y racional. Thucydides la promueve como simple, liberadora y más democrática. Una distinción entre el soldado griego, el que debía estar en forma, delgado y musculoso y los ‘bárbaros’ que anunciaban su status y riqueza vistiendo ropa cara, que daba una falsa impresión de elegancia y autoridad.
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Los baños ceremoniales del Antiguo Testamento, incluyendo el bautismo, se realizaban sin ropa. Probablemente Cristo también fue bautizado desnudo, como se observa en numerosas obras de arte antiguas.
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Durante el periodo que va del siglo II al IV, los ciudadanos romanos, incluyendo los primeros cristianos, se bañaban desnudos en los baños públicos, y la desnudez era algo común y aceptado en otras partes de la sociedad romana antigua durante este lapso.
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Los escritos de los primeros Cristianos como Ireneo y Tertuliano dejan en claro que ellos no tenían ningún tipo de reservas éticas acerca de la desnudez comunal.
El historiador Cristiano Roy Bowen Ward hace notar que «en sus orígenes, la moralidad cristiana no excluía la desnudez… Existe una tendencia a leer la historia hacia atrás, y asumir que el pensamiento de los antiguos Cristianos era similar al de los de la actualidad. Atribuimos el presente al pasado.»
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Durante los primeros siglos del cristianismo, era común que hombres, mujeres y niños se bautizaran juntos, completamente desnudos. Este ritual desempeño un rol significativo en la antigua iglesia. Los relatos son numerosos y detallados.
Margaret Miles hace notar que «El bautismo desnudo era visto como uno de los elementos esenciales en la iniciación cristiana, junto con la invocación de la Trinidad… En el imperio Romano, durante el siglo IV, las instrucciones para el bautismo estipulaban desnudez total, sin el más mínimo tipo de cambio o innovación respecto de las prácticas primitivas.» Un relato histórico típico proviene de Cirilo de Jerusalén, obispo de Jerusalén desde el 387 al 417 DC: «Entonces, inmediatamente antes de entrar, deben sacarse sus túnicas… Ahora están desnudos, imitando también en esto a Cristo, despojado de sus prendas en la cruz, el que mediante su desnudez, despojó a los poderosos y príncipes y triunfó sobre ellos». Después del bautismo y vestidos en túnicas blancas, San Cirilo diría «¡Que maravilloso! Estuvieron desnudos ante los ojos de todos y no sintieron vergüenza. Realmente asumieron la imagen de Adán antes del pecado original, el que estando desnudo en el Jardín del Edén no se avergonzaba.» J. C. Cunningham hace notar que «No existe nada en las prescripciones actuales del rito romano que impida hacer esto hoy día. De hecho, en las iglesias del este, los procedimientos incluyen la opción del bautismo desnudo para adultos.»
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La desnudez fue común y aceptada en la sociedad premedieval (aproximadamente siglo VI), especialmente en lugares como Gran Bretaña, la que era tierra ‘bárbara’ algunos siglos atrás.
E. T. Renbourn hace notar que la desnudez estuvo muy difundida entre la antigua Bretaña y el norte de Europa, a pesar del clima. Incluso hasta el siglo XVII, viajeros como Croyat y Fynes Moryson encontraron irlandeses viviendo desnudos o semidesnudos en el interior de sus casas. Declara que Moryson en su Itinerario (principios del siglo XVII) informa que vio damas irlandesas «preparadas para recibir visitas, incluso extraños, desprovistas totalmente de ropa.»
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La desnudez era bastante común en las sociedades medievales y renacentista, especialmente en los baños públicos y en ambientes familiares.
Havelock Ellis consignó que «en la vida diaria… en tiempos medievales, se toleraba un considerable grado de desnudez. Esto era notable en los baños públicos, frecuentados por hombres y mujeres.» Laurence Wright observa que la desnudez era común también en el hogar «el baño comunitario tenia… una buena razón: Ninguna ama de casa moderna, después de haber cargado y acarreado con baldes, cerca de 150 litros de agua, menospreciaría el trabajo involucrado. La familia entera y sus visitantes se bañaban juntos, mientras el agua estaba caliente… Los conceptos de decoro eran diferentes a los nuestros, todo el núcleo familiar y sus visitantes compartían el único dormitorio, y no se utilizaron ropas de cama hasta bien entrado el siglo XVI. No se consideraba necesariamente ofensivo el estar desnudo.»
A los nobles de alto rango de la corte de Eduardo IV se les permitía por ley exhibir sus genitales desnudos bajo una corta túnica, e informes contemporáneos indican que así lo hacían. Chaucer comenta el uso de esta moda en The Parsoís Tale, escrito cerca del 1400. Muchas vestimentas masculinas, escribe, eran tan cortas que «no cubrían los vergonzosos órganos del hombre.» Entre el siglo XIV y mediados del XVII, especialmente durante el reinado de Luis XIV, las mujeres, a menudo, dejaban sus chaquetas tan sueltas y abiertas que exponían sus pezones o incluso la totalidad de sus senos. Esta práctica es confirmada por numerosos relatos históricos. El embajador de Venecia escribió en 1617 describiendo a la reina Ana de Dinamarca, vistiendo un traje que exhibía sus senos, y tenia el torso «al descubierto hasta la boca del estomago.» Aileen Ribeiro escribió que a principios del siglo XV «los vestidos femeninos se fueron haciendo más y más ajustados sobre el busto, algunos con el frente tan abierto que incluso mostraban los pezones… En 1445 Guillaume Jouvenal des Ursins asume como canciller de Francia, y su hermano, un eclesiástico, le escribe, intimándolo a decirle al rey que no debería permitir a las señoras de su corte, el usar vestidos con el frente tan abierto que muestran sus pechos y pezones.»
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Incluso en la era Victoriana, antes de la invención de los trajes de baño, era común el bañarse desnudo en el océano; y los music halls a veces presentaban modelos desnudos como ‘esculturas’ vivientes.
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Poca gente se da cuenta de que los trajes de baño, como los conocemos hoy, son una invención relativamente reciente. La idea de usar vestimenta especial para bañarse tiene apenas un siglo de antigüedad.
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El nudismo en los ríos próximos al pueblo o en los estanques de las granjas, está bien documentado como parte de nuestra herencia histórica.
La desnudez en exteriores y el nudismo, aparecen en los escritos de Walt Whitman, Mark Twain, William Allen White, Lincoln Steffens, William Styron, Anne Morrow Lindbergh, Herman Melville, James Michener, y Henry Miller, y muchos otros, y en las pinturas de Norman Rockwell, Rockwell Kent, Andrew Wyeth, Thomas Eakins, John Sloane, y Grant Wood.
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Las piletas y clases de natación de los colegios de la Asociación Cristiana para Jóvenes y las escuelas secundarias para varones, en los EEUU, fueron históricamente de ‘traje de baño opcional’ o ‘solo desnudo’. En la década del 70 se instituyó la legislación federal que dictaba igualdad de acceso a los programas de atletismo.
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Aun hoy día, existen lugares públicos donde por costumbre o tradición la desnudez es una práctica aceptada.
La desnudez es norma, por ejemplo, en muchas partes del mundo en las fuentes termales, casi universalmente para los modelos en las sesiones de arte, y obviamente en las playas nudistas.
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Las pocas playas nudistas oficialmente sancionadas en EEUU como por ejemplo, Rooster Rock State Park en Oregon, y en Canadá como Wreck Beach en Columbia Británica, y muchas de las no oficiales han existido durante décadas sin producirse problemas de significación.
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Muchos personajes altamente respetados, históricos y contemporáneos han adherido o participado en el Naturismo en algún grado.
Benjamin Franklin tomaba ‘baños de aire’ desnudo diariamente. Al igual que Henry David Thoreau, quien además fue un nudista frecuente. Alexander Graham Bell era nudista y tomaba sol desnudo. George Bernard Shaw, Walt Whitman, Eugene O’Neill, y el pintor Thomas Eakins argumentaron en favor de la desnudez social.
En EEUU el presidente John Quincy Adams fue un nudista regular. De acuerdo a los relatos, «todas las mañanas se levantaba antes del amanecer, caminaba por el césped, a través del parque de la casa blanca hasta el río Potomac, se quitaba sus ropas y nadaba desnudo. Entonces volvía a la casa blanca a tomar su desayuno, leía la Biblia y ponía el país ‘en marcha’.» El presidente Theodore Roosvelt frecuentemente nadaba desnudo en Rock Creek Park en Washington. En una oportunidad lo hizo junto con el diplomático francés Jules Jusserand. El presidente Lyndon Johnson ocasionalmente nadaba desnudo con los invitados en la pileta de la casa blanca, incluido el evangelista Billy Graham. El senador Edward Kennedy fue fotografiado desnudo en las playas públicas de Florida. Estando su hermano John F. Kennedy en la casa blanca, la desnudez era común en torno a la pileta de la misma. Muchos hombres del congreso de los EEUU disfrutaban de recreación nudista. Aunque en forma separada, los miembros del senado pueden usar la pileta del Russell Office Building desnudos, las pocas senadoras hacen reservas para asegurarse un uso exclusivo. Los diputados suelen usar el sauna, que es de vestimenta opcional. Aquí, según relatos de Newsweek, el presidente Bush tomaba baños desnudo junto con sus camaradas. Los congresales también tomaban sol desnudos en el Speakers Porch hasta que un día en 1973, la diputada Patricia Schroeder llegó inadvertidamente a la reunión.
El multimillonario John D. MacArthur frecuentemente andaba desnudo, e iba a la playa en el estado de Florida, intentando que una parte de esta sea designada como de vestimenta opcional, deseo que no prosperó. MacArthur fue a esta playa desnudo junto con Walt Disney a principios de la década del 60. El presidente del Banco Mundial y antiguo Secretario de Defensa de los EEUU, Robert McNamara y el fundador de la Unión Americana para las Libertades Civiles Roger Baldwin han sido nudistas regulares. Charles F. Richter coinventor del sistema de medición de terremotos fue nudista y Naturista a lo largo de toda su vida. La actriz Lynn Redgrave y su familia practicaban nudismo social. Las actrices Bridget Fonda y Brigitte Bardot disfrutaban del nudismo social. El fallecido actor Gary Merrill abogaba a favor del nudismo. Christy Brinkley admite abiertamente que frecuenta playas nudistas, y la cantante cristiana Amy Grant andaba topfree en la playa durante un tour por el exterior. Incluso, el fallecido Dr. Seuss, en uno de sus primeros libros, admitía su aprobación de la filosofía nudista.
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Históricamente, muchos grandes escritores y artistas han visto con respeto al Naturismo, y algunos se han acercado a este como parte del ideal utópico.
R. Martin escribió: «Antropológicamente, la desnudez parecería ser la mejor y la peor de las condiciones. La desnudez involuntaria es derrota o pobreza, pero la desnudez deseada, quizás sea la forma perfecta.» La desnudez también es consistente con el concepto utópico de cielo del Cristianismo, en el que, de acuerdo con relatos bíblicos, la vestimenta no es necesaria.
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La desnudez ha sido utilizada con frecuencia como símbolo de protesta o rebelión contra la opresión.
Por ejemplo, a mediados del siglo XVII en Inglaterra, los primeros Cuáqueros usaban frecuentemente la desnudez como un elemento de protesta. El historiador Elbert Russell recuerda que : «Algunos hombres y mujeres fueron arrestados y castigados por indecencia pública debido a que se presentaron desnudos en público ‘como un signo’. George Fox y otros líderes defendían esta práctica cuando el protagonista la sentía como un deber religioso… La inclinación a tomarlo como un signo proviene aparentemente de cuando Isaias deambuló desnudo y descalzo durante tres años (Isaias 20:2,3).» Los Doukhobors, una secta cristiana radical, usaron la desnudez como una forma de protesta social en Canadá a principios de este siglo. Paul Ableman consigna que «En mayo de 1979 el Emperador Brokassa… tirano de Africa Central arrestó un gran número de niños bajo el cargo de sedición y masacró a algunos de estos. De acuerdo con el periódico londinense The Guardian del 18 de mayo, ‘centenares de mujeres manifestaron desnudas fuera de la prisión hasta que los sobrevivientes fueron liberados.’»
En la década del 20, como parte de una extensa rebelión contra la sociedad ‘culta’, el tamaño de los trajes de baño comenzó a disminuir. Las playas nudistas, que alcanzaron gran popularidad por la década del 70, son el resultado final de este proceso de emancipación social. Algunos ejemplos de esta época incluyen la desnudez casual en Woodstock, manifestaciones ‘al desnudo’, y una manifestación que implantó un nuevo récord: En la Universidad de Athens en Georgia, en marzo de 1974, cuando más de 1500 estudiantes anduvieron desnudos en el recinto de la universidad, hasta que las autoridades emplearon gases lacrimógenos para lograr que se vistieran.
Orígenes históricos de la represión de la desnudez
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La moralidad represiva fue desarrollada por el estado y la iglesia como una herramienta para mantener el control sobre los individuos libres.
Paul Ableman escribe: «Una civilización compleja invierte enormes cantidades de recursos en vestimenta diferenciativa. No es accidental que una de las primeras cuestiones a las que un régimen revolucionario dedica su atención es la vestimenta. La revolución francesa decretó la elegancia y simplicidad clásicas. La china homogeneizó la vestimenta. El Ayatollah Komeini en Iran hizo que las mujeres vuelvan a usar velo, etcétera… Las autoridades del mundo necesitan la energía sexual para mantener el orden… Inmediatamente resulta obvio porqué la obscenidad real de matar y ejercer violencia siempre ha recibido menos atención de parte de los que ostentan el poder que la pseudo obscenidad de los actos eróticos. La muerte no posee suficiente alcance en una red de regulaciones con las que pueda manipularse una sociedad… Pero el sexo es una fuente permanente de energía dinámica, y puede usarse con propósitos sociales por regulaciones relativas al matrimonio, divorcio, adulterio, fornicación, incesto, homosexualidad, bestialidad, castidad, promiscuidad, decencia, etc. Todos los que ejercen el poder perciben intuitivamente que en última instancia, su autoridad se deriva de la represión y reglamentación de la sexualidad, y que la sexualidad que fluye libremente es el equivalente biológico de la anarquía. Todas las transferencias de poder, todas las revoluciones, van invariablemente acompañadas de cambios en las normas que gobiernan la sexualidad.» Seymour Fisher escribe: «Las implicaciones de la desnudez como medio de declaración de la completa libertad individual, frecuentemente han recibido duras respuestas por parte de los que ejercen la autoridad. La desnudez es castigable con la muerte en algunas culturas. La Iglesia Católica Romana enseña en las escuelas religiosas que es pecaminoso exponer el cuerpo, incluso ante nuestros propios ojos. El uso de vestimenta representa una forma de sumisión a la moral prevaleciente. Es como ponerse el ‘uniforme de ciudadano’ y aceptar las reglas del juego.»
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La moralidad represiva ha intentado frecuentemente controlar no solo la desnudez, sino también la sexualidad en general.
Margaret Miles observa que «La regulación de la sexualidad fue una cuestión de suma importancia para la iglesia cristiana del siglo IV. La regulación de las prácticas sexuales sirvió como medio para inyectar la autoridad de las leyes y líderes de la iglesia en las relaciones diarias y privadas de los cristianos. Analizando los cánones del Concilio de Gangra del 309 DC, Samuel Laeuchli detectó que el 46% de los 81 cánones eran concernientes a las prácticas y relaciones sexuales.» Philip Yancey hace notar que «entre los siglos III y X, las autoridades de la iglesia emitieron edictos prohibiendo el sexo los sábados, miércoles y viernes, y también durante los 40 días previos a la Pascua, Navidad y Pentecostés, en todos los casos por razones religiosas. Luego se siguieron agregando días festivos y días de apóstoles a la proscripción, además de los días de la ‘impureza femenina’, hasta que se alcanzo el punto en el que, como ha estimado el historiador de Yale John Boswell, solo seguían disponibles 44 días al año para el sexo marital. Siendo como es la naturaleza humana, las proscripciones de la iglesia fueron ignoradas con entusiasmo.» Don Mackenzie hace notar que en contraste, tanto Cristo como la iglesia primitiva pregonaban enfáticamente un mensaje de libertad «de los poderes demoníacos, de los gobiernos tiránicos, de la fatalidad… y un compromiso general de separación de los poderes seculares y eclesiásticos… La iglesia adoptó el ascetismo no en obediencia a las enseñanzas de su fundador, sino como apoyo contra las circunstancias, ofreciendo solaz espiritual a las personas cuyo mundo material (el Imperio Romano) se estaba derrumbando. Una vez que la iglesia fue reconocida oficialmente, rápidamente descartó la cristiana dedicación a la pobreza y se ciño fuertemente al ascetismo sexual como una herramienta disciplinaria para una sociedad en desintegración.»
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La represión de la desnudez se emplea aún en la actualidad como elemento fortalecedor de un esquema político represivo.
Dice Patrick Buchanan en un ‘Reporte McLaughlin’ de PBS con respecto a las playas nudistas: «Pienso que deberíamos dejar que los liberales lo hagan, si quieren hacerlo. Entonces tomaríamos fotografías y las usaríamos en anuncios atacantes.» El ala derecha de la Coalición Cristiana utiliza ataques encubiertos a la mera desnudez y otras cuestiones de ‘moralidad’ para incrementar el apoyo a su causa. Su metodología, como la describió el Director Ejecutivo de la ACLU (Unión Americana para las Libertades Civiles) Ira Glasser, es «rapiñar en los temores de millones de personas que tienden a creer que el sacrificio de sus libertades individuales puede ayudar a resolver los problemas de nuestra nación.» En 1993, un legislador de Missouri introdujo un proyecto de ley mediante la cual, virtualmente toda la desnudez pública, e incluso alguna hogareña, se convertía en una felonía castigable con hasta 10 años de prisión! Afortunadamente, fue rechazado por un estrecho margen. Proyectos similares han sido propuestos a lo largo y a lo ancho de los EEUU en los últimos años.
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Puede rastrearse el origen de la mayoría de las actitudes represivas con respecto a la desnudez, llegando al entorno político de la iglesia primitiva, o de la ‘iglesia-estado’, pero no a las enseñanzas del propio Cristo.
Los primeros escritos de la iglesia cristiana no muestran evidencia de una actitud negativa con respecto a la sexualidad y la desnudez. Esta actitud negativa creció lentamente entre algunos segmentos de los fieles, pero de ningún modo era universal. Para algunos, el ascetismo representaba un medio de permanecer puro para el inminente regreso de Cristo. Para otros era una reacción contra el hedonismo y la homosexualidad comunes en la cultura griega, o contra los excesos sexuales del agonizante Imperio Romano. Para algunos fue creciendo de una mezcla de cristiandad con el legalismo tradicional de Judaísmo, y para muchos se formó a partir de prejuicios personales y culturales preexistentes. Clemente de Alejandría, a fines del siglo II DC y Tasio Caesio Cipriano a mediados del siglo III condenaron la desnudez, común en los baños públicos romanos, principalmente porque ofendía sus ideas personales de pudor femenino. Por esta época, Tertuliano condenó a la mujer como la ‘puerta del demonio’. Jerome a fines del siglo IV y principios del V, también condenó los baños desnudos, especialmente para las mujeres. Consideraba repugnantes a las mujeres embarazadas y sentía que las vírgenes deberían ruborizarse con la sola idea de verse a si mismas desnudas. Por otra parte, en el mismo periodo, Jovinianus, un monje cristiano, abogó activamente en favor de los baños públicos. Finalmente, el actor decisivo de la controversia fue Agustino, quien era un firme creyente en la doctrina, introducida mucho después de Cristo, de que el cuerpo y la sexualidad son inherentemente pecaminosos. él aplicó esta doctrina con agresividad, especialmente a los cuerpos femeninos y a la sexualidad. Fue un político astuto. Al aliarse estrechamente con la corte imperial, a principios del siglo V, aseguró efectivamente que su versión de la Cristiandad fuese la dominante. Durante la Edad Oscura, con el colapso del imperio romano, la iglesia se transformó en el último remanente de la civilización occidental, con el monopolio de la educación y un tremendo control sobre las ideas. Así, la herencia Agustiniana de anti-sexualidad llegó a ser la fuerza predominante del Cristianismo, si bien, estas ideas no pueden hallarse en las enseñanzas del propio Cristo.
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La aversión de los líderes de la temprana iglesia Cristiana hacia la desnudez casual, se debió en parte a una asociación de la desnudez con el paganismo y la homosexualidad imperantes en las culturas circundantes.
En muchas religiones paganas, precristianas como las practicadas en Europa Occidental y Gran Bretaña, la desnudez, especialmente la femenina, era una poderosa fuerza y desempeñaba un rol importante en los rituales y el culto pagano en general.
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La aversión a la desnudez por parte de la iglesia tiene origen, en parte en las culturas del antiguo Cercano Oriente, donde la desnudez significaba pobreza, vergüenza, esclavitud, humillación y derrota. A los prisioneros capturados se los hacia desfilar desnudos en la celebración de la victoria, y a los enemigos muertos se los despojaba de sus armaduras y vestimentas.
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Antes de la civilización occidental moderna, la desnudez era un elemento normal de la vida, y se consideraba aceptable en muchas circunstancias. Sin embargo, como escribe Freud en Civilización y sus Descontentos, la represión psicológica de la conciencia de nuestra existencia natural fue un paso necesario en la edificación de la civilización, disciplinando a las masas para tomar parte en vastos proyectos sociales de autoabdicación.
Lee Baxandall hace notar que contrariamente, «el postindustrialismo, la era que estamos viendo crecer en la actualidad, ofrece nuevas opciones: la opción de integrar al ser humano natural con los valores postindustriales de la tecnología y el conocimiento.»
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Con frecuencia, la desnudez ha sido censurada principalmente para evitar la tarea más difícil de manejarla o administrarla.
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Los administradores de recreación, a menudo ‘permiten’ desnudez en playas remotas, sin ningún tipo de facilidades, ni siquiera guardavidas, entonces usan la desnudez como chivo expiatorio para problemas como el desorden, el uso de drogas, etc., que ocurren inevitablemente en cualquier sitio recreativo muy frecuentado, sin administración activa.
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Uno de los más importantes desafíos que enfrentan las playas de vestimenta opcional es que su popularidad combinada con su escasez, lleva al uso intensivo, el que trae aparejados problemas administrativos y una degradación inevitable del medio ambiente.
El uso intensivo ha sido una fuente de problemas en varias playas de los Estados Unidos, incluyendo Sandy Hook en New Jersey y Cape Cod. En esta última se prohibió su tradicional uso como playa nudista por razones ambientales a mediados de la década del 70.
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Los ‘efectos secundarios’ de una administración razonable en una playa nudista proveen de acuerdo con experiencias reales y demostrables: menor cantidad de delitos, menos conductas inapropiadas, la desaparición de los vendedores de droga, un incremento en la renta por estacionamiento, y un incremento en las ventas en el área comercial adyacente.
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A menudo la desnudez ha sido reprimida por razones económicas, no por ser considerada inmoral.
Bernard Rudofsky escribe: «En la década del 20, en algunas partes de Europa, la gente tomaba baños en público sin sentir la necesidad de ningún tipo de vestimenta especial. En el verano las playas del Mar Negro rebozaban de bañistas que nunca habían visto un traje de baño, excepto en las fotos de las revistas, sus vacaciones eran de una tranquila simplicidad… El idilio llego a su fin unos pocos años más tarde, cuando el turismo alzó su cabeza amenazadora y la protesta de los visitantes extranjeros llevo a la fabricación compulsiva de trajes de baño.» Algo similar ocurrió recientemente en la antigua Alemania del Este, donde las playas tradicionalmente nudistas están siendo restringidas para apaciguar a los turistas extranjeros más conservadores.
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Nunca debemos olvidar que ante cualquier libertad que se pierde, todos cargamos con parte de la responsabilidad por haber dejado que desaparezca.
En las palabras de Frederick Douglass: «Averigüe exactamente cuantas personas se someten y habrá encontrado la cantidad exacta de justicia e injusticia que puede imponérseles… Los limites de los tiranos son prescritos por la resistencia de aquellos a los que oprimen.»
La Cristiandad apoya al Naturismo
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Génesis 1:27 – El cuerpo humano desnudo, creado por Dios a su imagen y semejanza, es básicamente decente, no inherentemente impuro o pecaminoso. El cuerpo humano fue creado por Dios, y lo que Dios ha creado no es malo. Está hecho a imagen de Dios, y la imagen de Dios es enteramente pura y buena.
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Génesis 1:31 – Dios vió que todo, incluidos Adán y Eva desnudos, era bueno.
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Génesis 3:7 – Muchos estudiosos interpretan al vestirse con hojas de parra como una continuación y expansión del pecado original, no como una reacción moral positiva a este.
Hugh Kilmer explica: «El hombre necesitaba poner su vida bajo su propio control, en lugar del de Dios, por lo tanto, primero tomo el poder de autodeterminación (conocimiento del bien y del mal), a continuación vió que su cuerpo no estaba bajo su control, entonces lo controló artificialmente ocultándolo, después fue expulsado del Paraíso, comenzó a cazar y comer animales, luego, para obtener completo control sobre las demás personas comenzó a matarlas (la historia de Caín y Abel).»
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Génesis 3:10 – Muchos estudiosos creen que la sensación de vergüenza de Adán y Eva no proviene de su desnudez, que Dios creo y dijo que era buena, sino de saber que habían desobedecido a Dios.
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Un sentimiento de vergüenza innato, otorgado por Dios, es contradictorio con la existencia de numerosas sociedades indígenas en las que la desnudez es la norma, y cualquier sensación de vergüenza es totalmente inexistente, y con la total ausencia de vergüenza en los niños pequeños desnudos.
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Génesis 3:11 – El problema fue la desobediencia de Adán y Eva hacia Dios y no la desnudez. Las Escrituras tratan a la desnudez de Adán y Eva como una mera cuestión incidental.
Robert Bahr observa que «cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios, se avergonzaron de lo que habían hecho e intentaron ocultarse de Dios, a quien no le importaba en lo más mínimo su desnudez, pero sintió un enorme descontento con su desobediencia.» Herb Seal hace notar que Dios los provee de abrigo, matando a un animal inocente: el primer prototipo de matar a un inocente para servir de ‘cubierta’ a los pecadores.
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Génesis 3:21 – Dios hizo vestimentas de piel para Adán y Eva, pero la Biblia no dice que el estado de desnudez fuese condenado. Debido al pecado original, Adán y Eva no permanecieron en el Edén, y por lo tanto, estuvieron expuestos a las variaciones del clima, y Dios sabia que ellos necesitaban vestimenta. Dios, que los amaba, se las entregó incluso después de que ellos habían pecado.
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El asumir que debido a que Dios hizo vestimentas, él condenó la desnudez, tiene tanto sentido como concluir que debido a que Dios hizo nubes que oscurecen al sol, él condenó la luz del sol.
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Génesis 9:22-24 – Noé estaba borracho y desnudo, pero Ham fue el único que recibió maldiciones, debido a que deshonró a su padre, llamando la atención sobre su estado y ventilando este hecho.
La vergüenza de la desnudez de Noé fue mucho mayor que el solo hecho de andar sin ropa. Fue su deshumanización, el estupor de su borrachera lo que fue pecaminoso. La ofensa de Ham no fue solamente el observar a su padre en estado de pecado, sino el murmurar acerca de esto, destruyendo la reputación de Noe, su status cultural y la autoridad representada por la figura del padre. En la historia, Shem y Jafet recibieron bendiciones por salir en la defensa del honor de su padre.
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Exodo 20:26 – La desnudez de los sacerdotes no debía exhibirse porque esto crearía una disonancia entre su rol social en el que debían verse como sexualmente neutrales y su estado biológico como seres sexuados. La vestimenta sacerdotal representaba su rol social, el exponer su desnudez en este contexto seria inapropiado y distractivo.
Rita Poretsky escribe: «La apariencia, la energía sexual básica y la desnudez física pueden estar en sincronismo o en disonancia con las instituciones sociales… La desnudez no es solo una desnudez del cuerpo, es también una ‘desnudez’ del rol que desempeñamos en el contexto social.» Por otra parte fue bastante apropiado para David el danzar desnudo en público para celebrar el retorno del Arca de la Alianza (II Samuel 6:14-23).
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Levítico 18:6-19 – En estos párrafos y a través de todo el Antiguo Testamento y el Torah, la expresión ‘descubrir la desnudez de’, como ha sido traducida literalmente en la versión del Rey James, es un eufemismo de ‘tener relaciones sexuales con’. Las prohibiciones no se refieren a la desnudez en sí.
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Samuel 19:23-24 – Los profetas Judíos estaban frecuentemente desnudos. Tan frecuentemente que cuando Saúl sacó sus ropas y profetizó nadie consideró censurable su desnudez, pero todo el mundo, inmediatamente asumió que él también debía ser un profeta.
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II Samuel 6:14-23 – El rey David danzó casi desnudo, para celebrar el regreso del Arca de la Alianza, a la vista de todos los ciudadanos. Michal criticó su desnudez y fue desairado.
El rey David no estaba estrictamente desnudo, vestía un ‘efod de lino’, una especie de chaleco corto bien ajustado y sin mangas, que se extendía a lo sumo hasta la cadera. Los efod eran parte de la vestimenta usada por los sacerdotes Judíos. No ocultaban nada.
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Isaias 20:2-3 – Dios directamente le ordenó a Isaias abandonar sus ropas, y él anduvo desnudo y descalzo por tres años. El profeta Micah podría haber hecho lo mismo (ver Micah 1:8)
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El hijo de Salomón expresa repetidamente su apreciación por el cuerpo desnudo.
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Todas las asociaciones Bíblicas de la desnudez con la vergüenza hacen referencia al pecado previamente cometido. Nadie puede ocultarse ante Dios cubriéndose, ya sea en forma literal o figurada. Todos estamos desnudos frente a Dios.
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La desnudez no puede igualarse automáticamente con el pecado sexual.
El vincular la desnudez con el pecado sexual en forma directa, tiene tanto sentido como insistir que el fuego solo puede conectarse con la destrucción de la propiedad y la vida, y por lo tanto es inmoral. El pecado no viene de la desnudez, viene de cómo el estado de desnudez es usado. Ian Barbour escribe: «Ningún aspecto del hombre es malo en si mismo, solo es malo cuando se hace mal uso de él. La inherente bondad del orden material, en el cual el ser humano participa plenamente, es, como puede observarse, un corolario de la doctrina de la creación.»
El Papa Juan Pablo II admite que la desnudez en y por si misma no es pecaminosa. «El cuerpo humano en si mismo, siempre posee su propia e inalienable dignidad humana,» dice. Solo es obsceno cuando se lo reduce a «un objeto de ‘diversión’, alimento para la gratificación de apetitos desordenados de placeres deshonestos.»
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La desnudez no puede asociarse automáticamente con la lujuria.
No es razonable cubrir las manzanas en el mercado, solo porque alguien podría ser tentado por la gula, tampoco es necesario derogar la moneda debido a que alguien podría dejarse vencer por la codicia. Por el contrario, en nuestra sociedad ¡resulta perfectamente razonable prohibir la desnudez simplemente debido a que un individuo podría ser tentado por la lujuria!
La apreciación de la belleza de un miembro del sexo opuesto, desnudo o como fuese, no puede equipararse automáticamente con la lujuria. Solo si se agrega el deseo, dicha apreciación se convierte en lujuria, y por lo tanto en pecado. Incluso entonces, es el lujurioso, no el objeto de su lujuria quien ha pecado. Batheseba nunca fue censurada por bañarse, si David por su lujuria (II Samuel 11:2-12:12).
El Papa Juan Pablo II escribe: «Existen circunstancias en las que la desnudez no es impúdica. Si alguien toma ventaja de esta ocasión para tratar a la persona como un objeto de diversión, incluso si esta acción es puramente interna, este es el único culpable de falta de vergüenza… no el otro.» Margaret Miles Observa que: «La desnudez, la sexualidad y la lujuria rara vez se asocian en las Escrituras.»
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Muchos líderes históricos de la iglesia han desvinculado la desnudez con el impudor sexual. Santo Tomas de Aquino, por ejemplo definió como acto impúdico, aquel que se realiza con intención lujuriosa. Por lo tanto, si alguien se desviste con el único propósito de bañarse, tomar sol o recrearse, no puede ser acusado de impúdico.
El Papa Juan Pablo II escribe: «El pudor sexual no puede identificarse de manera sencilla con el uso de vestimenta, ni la falta de vergüenza con la ausencia de la misma, o con la desnudez parcial o total… La falta de pudor se presenta solo cuando la desnudez desempeña un rol negativo con respecto al valor de la persona, cuando su objetivo es la gratificación de apetitos desordenados de placeres deshonestos, como resultado de lo cual, la persona es puesta en el lugar de un objeto de diversión. Existen situaciones objetivas en las que incluso la desnudez total del cuerpo no es impúdica.»
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Mediante Cristo, el Cristiano retorna espiritualmente al mismo estado de pureza del que Adán y Eva disfrutaban en el Jardín del Edén (Génesis 2:25). Aquí no se cuestionaba si su desnudez era pecaminosa. Cuando Dios la creo, la desnudez era buena. En consecuencia, cuando Dios la recrea, también es buena.
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La Biblia dice claramente que la inmoralidad sexual es pecado. El Naturismo saludable es enteramente consistente con el Cristiano, quien ha «crucificado la naturaleza pecaminosa de sus pasiones y deseos.» (Galatianos 5:24).
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La Biblia hace un llamado a los puros de corazón. Cualquiera que piense que es imposible ser puro de corazón estando desnudo, es ignorante de las realidades del nudismo, y cualquiera que crea que es erróneo incluso para los puros de corazón estar desnudo, ha caído en legalismo, un vicio que San Pablo denuncia repetidamente.
San Pablo escribe: «Cuiden que nadie los cautive con filosofías engañosas y huecas, que dependen de las tradiciones humanas y de los principios básicos del mundo, en vez de depender de Cristo… ¿Si han muerto con Cristo para los principios básicos del mundo, porqué, como si vivieran en el mundo, se sujetan aún a los decretos ‘no toques, ni gustes, ni palpes’, respecto a cosas que están destinadas a la destrucción por el uso, de acuerdo a los mandatos y enseñanzas de los hombres. Estas enseñanzas tienen una apariencia de sabiduría, con su autoimpuesta adoración, su falsa humanidad y su severo tratamiento del cuerpo, pero no son de valor alguno en combatir la satisfacción de la carne… Por consiguiente, como elegidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia.» (Colosenses 2:8,20-23;3-12).
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El vestidismo compulsivo crea un cinismo indeseable entre nuestro espíritu y nuestro cuerpo. La moralidad Cristiana debería tratar a la persona como un todo, sanando la dicotomía existente entre lo espiritual y lo corporal.
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La desnudez se usó a menudo en la tradición Cristiana como un símbolo de renuncia al mundo para seguir las enseñanzas de Cristo.
Margaret Miles escribe: «En el siglo XIII, San Bernard de Clairvoux popularizó la idea de la desnudez como una imitación simbólica de Cristo. Desarrolló esta metáfora basándose en San Francisco. Francisco anunció su compromiso con la pobreza y su renuncia a las posesiones materiales, sacándose la ropa en público y poniéndola a los pies de su quejumbroso padre» y el sacerdote local. Varias sectas Cristianas han practicado la desnudez como parte de su culto, incluyendo los ‘Hermanos Alemanes del Espíritu Libre’ en el siglo XIII, los Picards en el siglo XV en Francia y la más conocida: los Adamitas a principios del siglo XV en los Países Bajos.
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Muchos otros cultos respaldan la desnudez, ya sea históricamente o en sus prácticas actuales.
Por ejemplo, los monjes Digambar o ‘Vestidos de Cielo’ han estado completamente desnudos como parte de su tradición ascética por 2500 años, aunque la desnudez es rara en la religión Hindú dominante. Muchas otras ordenes religiosas hindúes también practican la desnudez ritual como lo han hecho por centenares o miles de años. Los hindúes Tribales tenían una celebración nudista anual, de la que participaban más de 100.000 personas, hasta que en 1987 fue prohibida por la policía, debido a la violencia desatada el año anterior, cuando los trabajadores sociales intentaron forzar a los participantes a vestirse.
Experiencia personal en favor del Naturismo
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Uno de los argumentos más importantes en favor del Naturismo es la experiencia personal. Los testimonios personales son muy numerosos para mencionarlos. Basándome en mi propia experiencia, encuentro que los Naturistas son gente más amigable, de mente más abierta, considerados, respetuosos y comunicativos que la población en general. Sus hijos son más activos y saludables, tanto física como mentalmente. Por supuesto, ninguno de estos testimonios puede compararse con la experiencia personal. Una sola visita a un Parque o una playa nudista no le puede causar daño permanente a nadie. Por el contrario, esta experiencia puede cambiar su vida. ¡Experimente la libertad usted mismo!
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Agradecimientos: Debo agradecer especialmente a The Naturist Society y a la American Association for Nude Recreation. Muchas de las ideas expresadas en este documento se originaron en la filosofía, historia y en las publicaciones de estas dos organizaciones. Agradezco también en particular a Lee Baxandall, quien aportó importantes recursos a esta investigación.
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