Se demostró en un lugar especialmente sensible, en un lugar sede de la educación de nuestros jóvenes, que la desnudez es una asignatura aprobada.
El día uno de agosto fue el principio del fin de la palabra nudismo. Se demostró que, dado que para bañarse no hace falta ninguna ropa, cuando algunas personas deciden no usarla, esto no provoca ningún problema en las que deciden seguir con la costumbre de usarla. Se demostró que no hay que separar a la gente en lugares, o en horarios distintos en función de la ropa que decidan usar para el baño. La convocatoria pretendía esto y por tanto fue un éxito.
Dos reporteros disfrutaron del día junto a los bañistas, uno de El País y otro de El Mundo. Ambos coinciden en la mayoría de sus apreciaciones:
El País titula “Chapuzón al desnudo” y dice: “el éxito fue rotundo en cuanto a la naturalidad con la que transcurrió la jornada” o “Entre los que sí calzaban malla había una opinión generalizada: "a mí me parece muy bien, pero yo prefiero llevar el bañador. El resto que haga lo que quiera".” Y termina concluyendo: “Balance: la piscina llena y la convivencia impecable”. (Foto: El País).
El Mundo titula “Queremos dignificar la desnudez” y resalta: “Muchos espontáneos que no forman parte de la asociación [ADN] no han dudado en quitarse el bañador al ver el panorama. "Deberíamos asumir que es algo natural", explica Cristina o "Me ha sorprendido que nadie te mira", comenta Andrés, también neófito del naturismo”. O “"A nosotras nos cuesta más porque vivimos en una sociedad machista. A las mujeres se las trata como a objetos", Raquel”.
La Razón, que no envió a nadie a la piscina, titula: “Fracasa el día sin bañador en la piscina de la Complutense”. Porque “la gran mayoría de los usuarios que ayer domingo acudieron a bañarse fueron vestidos”. Pero a continuación señala “no hubo ninguna queja por parte de los bañistas habituales sino que, más bien, «lo vieron como una tontería».” No se da cuenta La Razón que el objetivo del día no era que la mayoría de los presentes se inclinara por esta opción, sino la convivencia, la normalidad, que se viera como lo que es: una opción más, “una tontería”. La Razón refleja la opinión contraria del presidente de la CONCAPA, que sin embargo se limita a decir que cree que el objetivo de esta actividad es “llamar la atención” por parte del Rector.
Es verdad que algunos otros medios no presentes sí realizaron críticas, pero si los analizamos buscando todas las noticias que han elaborado en los últimos meses sobre la Complutense, veremos que siempre y sin excepción critican cualquier actividad que se realice en la Complutense y la personalizan en la figura de su rector, Berzosa. Y en esta ocasión hacen lo mismo (Tele Madrid llega a incluir imágenes de la agresión de algunos estudiantes sobre el rector grabadas hace meses, dando la impresión así de que tuvieran algo que ver).
Así pues, prueba superada. La aceptación social permitiría ya a los gestores de todas las piscinas, empezando por las universitarias, ajustar la realidad a la legalidad, especificando en sus reglamentos que la desnudez para el baño está recomendada, si bien se permite también el uso de las prendas llamadas “bañadores”.
Gracias al equipo rectoral de la Universidad Complutense y en especial al Rector Berzosa por habernos permitido transmitir nuestros valores, que son los de siempre, los de nuestra cultura occidental, en la Universidad que tan dignamente dirige.
<- Te gustó? ¡Añádelo a tus favoritos y promociónalo!
|