Para
que te pongas al día sobre la actual situación
real de la legalidad del nudismo en nuestro país te
recomendamos la lectura del editorial de nuestra revista
de septiembre 2002
Para información sobre la piscina de Casa de Campo
consulta la revista
de Octubre 2002.
ADN Informa:
Contenido de
la rueda de Prensa previa a la aprobación de la Proposición
no de ley para el desarrollo del Naturismo en la Comunidad
de Madrid
La Asociación
para el Desarrollo Naturista de la Comunidad de Madrid ADN
es miembro de la Federación Española de Naturismo
FEN que agrupa a 12 asociaciones de toda España.
La Federación
Española FEN pertenece a la Federación Naturista
Internacional FNI, con sede en Amberes, en la que se integran
federaciones de 30 países.
Independiente
del esquema organizativo, lo que causa la existencia de nuestros
grupos es la constatación de que hay una cifra considerable
de naturistas, tanto en España como en la Comunidad
de Madrid.
A partir de evaluaciones
relativamente fiables, calculamos alrededor de unas 30.000
personas las que pasan sus vacaciones sistemáticamente
en playas y centros naturistas españoles. De ellos,
un porcentaje elevado son madrileños. Muchos de ellos
frecuentan también centros internacionales, sobre todo
franceses.
Sin embargo,
y esta es la primera razón por la que nos acercamos
a legislativo regional, todos los naturistas madrileños
que recorren centenares de kilómetros para acudir a
centros nacionales y extranjeros, y aquellos que participarían,
pero no tienen la disponibilidad física o económica
para hacerlo, carecen de posibilidades reales de disfrutar
de ocio naturista en Madrid.
El centro naturista
más cercano se encuentra en Cartagena, a unos 560 km.
de distancia. Todos los centros se encuentran en la vertiente
mediterránea, salvo uno en Canarias.
Con esta situación
es evidente que en nuestra Comunidad no resulta efectiva la
falta de prohibición legal del naturismo, ya que, a
la postre, los naturistas están forzados a contratiempos
indeseables. En ADN hemos recibido quejas por hostigamiento
de la Policía Municipal a personas que tomaban el sol
desnudas en la Casa de Campo. En lugares de montaña,
como La Pedriza, o ciertos pantanos, la falta de señalización
obliga a actuar a salto de mata o a escondidas, como si se
tratara de una actividad delictiva, por el mero hecho de no
querer molestar a los demás ni ser incordiado.
En definitiva,
los ciudadanos madrileños tienen, en su faceta de elección
del atuendo al arbitrio de sus necesidades y voluntad, restringido
el derecho a la propia imagen, recogido en la Constitución
Española (artículo 18.1).
Hecho grave si
consideramos que, en este caso, la norma concuerda con el
uso y es fácil comprobar que el naturismo no se encuentra
entre las actividades rechazadas por la población.
Según encuestas realizadas en nuestro país,
y que coinciden, por otra parte, con similares efectuadas
en los países europeos, más de las tres cuartas
partes de la población juzgan normal el naturismo,
independientemente de que estuvieran dispuestos o no a participar
en él.
Por ese motivo
solicitamos el compromiso del Gobierno Regional para terminar
con esta mengua de los derechos ciudadanos. Entendemos que
es prerrogativa del Gobierno Regional impulsar el reconocimiento
del derecho al modo de vida naturista en todo el territorio
de la Comunidad de Madrid. Para ello se puede disponer de
iniciativas normativas y recomendaciones para los municipios
con competencias de ordenación del territorio, infraestructura,
de portes, etc.
Creemos que es
posible aprovechar experiencias de otros países cercanos,
para mirarnos en su espejo. Así, el calendario u horario
naturista en piscinas municipales es habitual en Francia,
Holanda, Bélgica o Alemania. Incluso en Portugal, hay
un albergue rural que tiene horario naturista los domingos
pares de cada mes (Quinta Xícara).
En Centroeuropa,
el uso oscila según el tamaño de la población.
Poblaciones de menos de 100.000 habitantes como Merch (H),
Verdún (F) ó Hasselt-Kruigen (B) tienen baño
naturista en piscinas municipales una vez cada semana o cada
dos semanas. Otras ciudades mayores como Nancy (F), Sarrebruk
(A) ó Namur (B) gozan de baño semanal naturista.
Bruselas, con una periferia que ronda el millón de
habitantes, cuenta con tres piscinas con horario naturista
en días diferentes. En París, por su parte,
hay cinco (Pontoise, Collie, l'Étoile, CAHM y Oberkampf).
En la mayoría
de los casos europeos citados, el municipio acuerda con los
clubes o asociaciones naturistas las condiciones de utilización,
entre las cuales figura la pertenencia a esa agrupación.
Esto garantiza que acudan naturistas y disminuye el riesgo
de complicaciones. En ese sentido, se trata de otra actividad
más, similar a las clases de buceo, natación,
etc. que proliferan en nuestras piscinas, y se reconoce el
derecho de los naturistas, como otro grupo más, a utilizar
las instalaciones municipales. Este último derecho,
en Madrid, está, cuando menos, en entredicho.
Otra modalidad
de naturismo puede ser la de espacios abiertos. En este sentido,
en la Comunidad de Madrid ya hay lugares en los que los naturistas
pasan ratos de ocio. Sin embargo, convendría señalizar
esos lugares para que no hubiera necesidad de andar ocultándose
ni temiendo acosos.
En caso de habilitar
parques, zonas de campo y de montaña, para el naturismo,
ello no significaría ninguna prohibición en
cuanto al uso por cualquier ciudadano. Los naturistas defendemos
el derecho a la libertad de vestimenta, lo que significa,
no sólo el respeto a los que deciden que para ciertas
actividades no necesitan ir cubiertos, sino la más
absoluta garantía de que quien decida lo contrario
no puede ser tampoco perseguido o despreciado por ello.
A diferencia
de los llamados centros naturistas, en los que la dirección
dispone los lugares y horarios en los que se puede ir desnudo
o no, los espacios públicos no deberían estar
normados hasta tal extremo. La aceptación del naturismo
no implican menoscabo sobre las libertades de los que no se
identifican con él, sino la extensión de la
libertad a todos
ADN de Madrid
se pone a disposición de las autoridades competentes
para estudiar las posibilidades de establecer horarios naturistas
o zonas señaladas como naturistas en la Región.
Por otra parte,
por nuestra imbricación con el naturismo internacional
nos hemos percatado de que el turismo naturista conoce un
gran desarrollo en los últimos años. Si bien
el naturismo
tradicional, lleno de preceptos de vida sana, declina, porque
muchos de sus valores (alimentación equilibrada, respeto
al medioambiente, cultivos racionales, etc.) han engrosado
el sentido común, el pasar unas vacaciones sin preocuparse
de bañadores, se está convirtiendo en una práctica
muy celebrada.
El ejemplo más
señero es, sin duda, Francia. Según datos de
la Federación Francesa de Naturismo FFN, recogidos
en el nš 1 de la revista naturista española "Todo Naturismo",
en Francia disfrutan cada verano más de un millón
y medio de naturistas, algo más de la mitad de los
cuales son extranjeros. Los franceses que se declaran dispuestos
a probar unas vacaciones naturistas ascienden a 11 millones
(57 millones de habitantes en total).
La FFN emite
anualmente casi 80.000 licencias de naturistas, tanto para
los miembros de las 176 asociaciones, como para los clientes
de los 78 centros de vacaciones reconocidos. Estos cuentan
con 60.000 camas, con 5 millones de pernoctaciones anuales;
garantizan 3.000 empleos directos e indirectos, e ingresan
el equivalente a 16.750 millones de pesetas, según
cifras de hace año y medio.
En comparación,
España, tercer país turístico del mundo,
cuenta con apenas una docena de centros naturistas, repletos
todo el año, merced a la presencia mayoritaria de visitantes
europeos.
Mientras que en Francia la FFN trabaja directamente con el
Ministerio de Turismo y los cuadernillos con sus centros se
pueden hojear en cualquier oficina de la Maison de France
(en español, naturalmente), en España nadie
ha mantenido el menor trato ni con la FEN ni con las asociaciones
(a excepción del ayuntamiento de Barcelona) y los centros
naturistas, pese al atractivo que generan, sufren hostilidad
en algunos casos, como ahora en Estepona o Vera.
En otros lugares,
como Croacia, también son las instancias gubernamentales
las que patrocinan el naturismo. Este país cuenta con
46.000 plazas de acampada y 5.308 camas a disposición
de los
naturistas, en 20 centros. Después de terminada la
guerra, este país vuelve a restar turismo de este estilo
al nuestro, sobre todo procedente de Alemania.
Es este el panorama
al que queremos que el Gobierno madrileño tenga en
cuanta para intentar aprovecharlo en la Comunidad. Ni se trata
de una panacea ni de algo fantástico, dadas las condiciones
climáticas de Madrid. No obstante, lo que no es de
recibo es que la región no utilice en absoluto esta
modalidad de turismo. En términos comparativos, el
centro Héliomonde, a pocos kilómetros de París
acoge cada fin de semana a centenares de parisinos y visitantes,
y, en ese caso, no se puede decir que el clima sea mejor que
el de Madrid en ninguna época del año.
En conclusión,
creemos que esta Proposición No de Ley debe significar
el primer paso que se da en nuestra Comunidad para reconocer
el naturismo desde el ámbito institucional y su aprobación
y cumplimiento se debiera traducir en la equiparación
de Madrid con otras regiones europeas, o, al menos con el
ejemplo más cercano, que es Cataluña.
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